BOGOTÁ.- Las Fuerzas Aéreas de Colombia y el Perú firmaron hoy un convenio para aunar esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico, mediante patrullajes coordinados en la frontera común, informaron portavoces castrenses en Bogotá.
El convenio, denominado "Procedimientos operativos entre la Fuerza Aérea Colombiana y la Fuerza Aérea del Perú, para fortalecer el control del espacio aéreo en la zona fronteriza", fue firmado por el general Aurelio Crovetto Yáñez, comandante de la Fuerza Aérea peruana, y su homólogo colombiano, general Héctor Velasco.
Crovetto Yánez indicó que su país "constituye un paso para el traslado de la droga, y en lo que corresponde a Colombia y Perú (lo que se busca) es evitar que ese traslado se haga a través de las fronteras".
A su vez, Velasco explicó que el acuerdo prevé que ambos países compartan información, sin necesidad de que las unidades aéreas deban cruzar los límites fronterizos.
"No necesitamos pasar ninguna frontera, ni ellos ni nosotros", señaló el alto oficial, al indicar que se van a hacer "operaciones combinadas, cada uno en su territorio".
"Esos procedimientos nos permiten en caso de que un avión nuestro, un vuelo ilegal, vaya hacia el Perú, nosotros lo seguimos hasta la frontera, pero previamente hemos alertado al Perú y allá la Fuerza (Aérea) lo espera, lo recibe y viceversa", precisó.
Por su parte, la aviación colombiana señaló que "el fin principal del acuerdo es combatir el tráfico ilícito de estupefacientes y sus delitos conexos a través de la realización de patrullajes coordinados en la frontera, (y), de esta manera, fomentar las medidas de confianza mutuas que contribuyan a proteger a los ciudadanos y a la seguridad de ambas naciones".
Informa, asimismo, que entre los recursos para el desarrollo de este programa se cuenta con aviones de inteligencia, plataformas de seguimiento e interceptores.
El Ejército colombiano destruyó recientemente una pequeña ciudadela de las FARC en una zona selvática próxima a la frontera con el Perú, donde los rebeldes traficaban con armas y drogas hacia ese país y Brasil.
Según el Ejército, el lugar era el principal campamento del "frente amazónico" de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas) que albergaba a unos 200 hombres y estaba construido en un sitio cercano a la población colombiana de Puerto Arica (sur), departamento de Amazonas.