El secretario general de la ONU, Kofi Annan, saluda a Gilda Vieira de Mello, madre del diplomático brasilero, a su lado el Mayor de Río, César Maia, y el Presidente Luiz Inacio da Silva (AFP).
RÍO DE JANEIRO.- El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo el sábado que la misión de la ONU en Irak continuará su trabajo, cumpliendo así el último deseo del diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello, quien murió el martes en un atentado con bomba contra la sede de la ONU en Bagdad.
El secretario general hizo estas declaraciones durante el velatorio de Vieira de Mello, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, y desde mayo, enviado especial de Naciones Unidas en Irak.
Annan dijo que el último deseo de Vieira de Mello, quien murió bajo los escombros del edificio de la ONU, fue que la misión de la alianza mundial permaneciera en Bagdad, y que este deseo será atendido para que su muerte no haya sido en vano.
El secretario general se ha referido a Vieira de Mello como su amigo y como un ’’héroe’’ y ha asegurado que fue un ’’campeón de los derechos humanos’’ por su trabajo en Mozambique, Líbano, Camboya, Bosnia Herzegovina, Congo, Kosovo, Timor Oriental e Irak. Annan se mostró convencido de que los ciudadanos de todos los países donde trabajó lo ’’recordarán con gratitud’’.
"Vine a homenajear a mi amigo íntimo y colega de trabajo, un hombre de paz, un hombre que dio tanto al mundo, y todavía así nos lo quitaron", dijo Annan a periodistas en el aeropuerto.
Al velorio también asistió el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acompañado de diversos ministros.
Lula aseguró ’’estar convencido de que (Vieira de Mello) en ningún momento tuvo dudas o miedo’’ y que encaró su misión en Irak con gran convicción.
El mandatario aseguró que el diplomático será recordado como una persona que dio su vida ’’en la búsqueda de un mundo mejor, por la paz, por un mundo más humanizado’’.
El velorio comenzó cerca de las 10 de la mañana (hora local), con la presencia de la familia más próxima, incluida la madre del diplomático, de 83 años.
La esposa de Vieira de Mello, Annie, y los dos hijos de la pareja, Adrien y Bernard, embarcaron en Ginebra en el avión de la Fuerza Aérea Brasileña que trajo los restos mortales del diplomático desde Irak.
El ataúd de Vieira de Mello, que fue recibido en el aeropuerto con el himno de Brasil, estaba cubierto con una bandera brasileña y adornado con un ramo de rosas.
Al acabar el acto, una bandera de la ONU se superpuso a la de Brasil.
El velatorio durará hasta las 13.00 horas del domingo. Una hora más tarde, el cuerpo del diplomático, la esposa y los hijos volarán hacia Francia donde Vieira de Mello será enterrado en la localidad de Thonon-les-Bains, a petición de sus hijos.