RÍO DE JANEIRO.- Los equipos de rescate de las víctimas de la explosión en la brasileña Base Alcántara, accidentada el viernes pasado, ya encontraron todos los cuerpos de los 21 técnicos e ingenieros que fallecieron a causa de la explosión.
Según informó hoy el Centro Técnico de la Aeronáutica (CTA), tras dos días de intensos trabajos, ya fue encontrada la totalidad de los cuerpos de los muertos por la explosión del cohete VLS-1, ocurrida en la Base situada en el estado de Maranaho (norte del país).
De acuerdo con la información suministrada por el director del Instituto Médico Legal (IML) de Maranaho, Wanderley Souza da Silva, los cuerpos ya se encuentran en esa entidad, donde serán sometidos a pericias para su identificación.
Hasta el momento, solo dos cuerpos fueron identificados, y fue divulgada la identidad de uno de ellos, el ingeniero César Augusto Costalonga Varejao.
La tarea de identificación de las otras víctimas no será fácil, según pronosticó el director del IML.
Varias fichas odontológicas son antiguas y además, hay varias dentaduras carbonizadas, lo que hace prácticamente imposible su identificación.
La explosión se produjo el vienes poco después del mediodía cuando los profesionales del Centro Técnico de la Aeronáutica trabajaban en procedimientos de ajuste del cohete, ya instalado en la torre de lanzamiento.
Las llamas producidas por la explosión, según el coordinador de la operación de lanzamiento, brigadier mayor Tiago Rieiro, alcanzaron hasta los 3.000 grados centígrados.
Ribeiro negó hoy la posibilidad de que el accidente haya sido provocado por una ’’falla técnica’’, pero no descartó la hipótesis de un ’’sabotaje’’.
El cohete VLS-1 (Vehículo Lanzador de Satélites) tenía previsto colocar en el espacio dos satélites enteramente desarrollados en Brasil: el Satec (Satélite de Investigaciones Tecnológicas), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, y el Unosat, desarrollado por la Universidad Norte, de Paraná.
El lanzamiento del VLS-1 estaba previsto para mañana, lunes.
