JERUSALÉN.- Israel prosiguió este martes sus operaciones contra los grupos radicales palestinos en los territorios ocupados y criticó por su "inacción" al Primer Ministro palestino moderado Mahmud Abbas.
"Seguimos esperando que (Abbas) cumpla sus compromisos y desmantele las organizaciones terroristas (...). Nos encargaremos de ellas mientras la Autoridad Palestina no haga nada: es una decisión estratégica", afirmó el canciller israelí, Sylvan Shalom, a la radio pública.
El canciller calificó de "giro decisivo" el atentado suicida de la semana pasada en Jerusalén, reivindicado simultáneamente por los grupos Hamas y Jihad Islámica, que causó 21 muertos y 130 heridos, entre ellos numerosos niños.
A raíz de este atentado, Israel reanudó sus "ataques selectivos" y mató la semana pasada en Gaza, en sendos ataques con helicópteros, a un jefe político del Hamas, Ismail Abu Chanab, y a sus dos guardaespaldas, así como a uno de los jefes militares del movimiento, Ahmed Chtaui, y otros tres activistas.
Según la televisión pública israelí, el ministro de Defensa Shaul Mofaz anunció la noche del lunes que estos ataques selectivos continuarían.
El diario Maariv, que cita una fuente militar, señala que "numerosos dirigentes integristas palestinos pasaron a la clandestinidad" o incrementaron las medidas de precaución para escapar a los ataques de Israel.
"Se abstienen, sobre todo, de circular en automóvil o de utilizar su teléfono móvil", según la misma fuente.
En el terreno, un convoy de 25 vehículos militares israelíes penetró este martes en Jenín (Cisjordania) y un palestino fue herido en un tiroteo, según una fuente de los servicios de seguridad palestinos. Los soldados impusieron luego un toque de queda y efectuaron registros.
Otros militares detuvieron en el hospital Rafidyeh de Naplusa (Cisjordania) a Fahed Ben Hodi, de 27 años, y Osman Abu Ghmuche, de 27, ambos miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa (grupo armado vinculado al Fatah, el movimiento del presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat), gravemente heridos el viernes en un enfrentamiento con el ejército.
Según la radio pública, los dos hombres fueron transferidos al hospital Beilinsohn de Tel Aviv y deben ser interrogados por el Shin Beth (servicio de seguridad interior israelí), que sospecha que ambos están implicados en numerosos atentados.
Otro palestino buscado por Israel fue detenido en el campamento de refugiados de Balata, en Naplusa, donde el ejército impuso el toque de queda y continuaba los registros.
Según una fuente militar, una docena de obuses de mortero y un obús antitanque fueron lanzados el martes, sin que se registraran heridos, contra posiciones militares y civiles del bloque de colonias israelíes de Gush Katig, en la franja de Gaza.
Tres palestinos resultaron posteriormente heridos por disparos de obús de tanques israelíes en Jan Yunés, en el mismo sector, que también dañaron varias casas, según fuentes médicas y de seguridad palestinas.