FREETOWN.- El recrudecimiento de los combates en Liberia, donde se ha denunciado la muerte de hasta mil civiles, ha obligado a decenas de miles de personas a huir de sus casas y al Presidente interino, Moses Blah, a pedir un mayor despliegue de las fuerzas internacionales de paz, informó hoy la radio sierraleonesa.
Según la fuente, que cita declaraciones del Gobierno interino liberiano, las presuntas matanzas se produjeron en la localidad de Bahn, a 240 kilómetros al nordeste de Monrovia, en una fecha sin precisar, aunque no se confirma, sin embargo, que el rebelde Movimiento para la Democracia en Liberia (MODEL) hubiera masacrado a mil personas.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, el general Benjamin Yeatan, aseguró tan sólo que las milicias del MODEL, segundo grupo insurgente, fueron responsables de "una masacre", pero reconoció no saber cuántas víctimas había ni la fecha del supuesto incidente.
También varias fuentes de la ONU y de organizaciones humanitarias han denunciado combates en varias partes del país y el desplazamiento de decenas de miles de personas.
En la ruta de Gbatala a Salala, a 80 kilómetros al noreste de Monrovia, zona en la que ya hay entre unos 60.000 y 70.000 refugiados, según indicó a EFE Jordi Raich, representante de la Cruz Roja Internacional (CRI) en Liberia, se registran incidentes entre el Ejército y el principal grupo rebelde, Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD).
Lo mismo ocurre en áreas de Gbarnga, en el noreste del país, a 160 kilómetros de la capital, y en el sudeste, en las cercanías de la estratégica ciudad de Buchanan, zona bajo el control de MODEL.
Ante la intensificación de los combates en varias áreas del país entre los dos grupos rebeldes y el Ejército, Blah expresó su preocupación y pidió acelerar el despliegue de las fuerzas de paz comprometidas por la Comunidad Económica de los Estados de Africa del Oeste (CEDEAO).
Hasta el momento, de los 3.250 hombres del contingente previsto por los países vecinos, sólo han sido enviados a Liberia menos de la mitad, principalmente soldados nigerianos, y se desconoce la fecha de la llegada del resto.
Raich, en una conversación telefónica con EFE, subrayó la importancia para mantener la paz de un "rápido despliegue" de las unidades panafricanas, no sólo en Monrovia, donde se encuentra el grueso de la fuerza y los combates han cesado, sino principalmente en Gbatala y Buchanan, actual centro de los combates.
Analistas en la zona interpretan el recrudecimiento de las hostilidades -a pesar de que el pasado día 18 se firmó en Accra, la capital de Ghana, un acuerdo de paz definitivo en el que se prevé la formación en octubre de un gobierno de unidad nacional de transición- a disidencias en el seno de los mismos grupos rebeldes, formados por varias facciones.
También, los mismos analistas señalan que tanto las milicias insurgentes, que controlan prácticamente un 90 por ciento del territorio nacional, como las tropas leales al Gobierno, quieren fijar posiciones estratégicas antes de la avanzada de los efectivos de la CEDEAO, que en noviembre será reemplazado por un contingente de paz de la ONU, que podría llegar a los 12.000 efectivos.
Mientras, la CRI anunciaba la llegada hoy a Monrovia del séptimo avión de transporte con ayuda humanitaria para la población, principalmente alimentos, medicinas y enseres como mantas, tiendas y bidones de agua potable.
La crisis liberiana se remonta a 1989, cuando el ex presidente Charles Taylor, que el pasado día 11 renunció a su puesto bajo presión de la comunidad internacional y los grupos rebeldes que asediaban Monrovia, se alzó en armas junto con otros opositores y derrocó al entonces presidente del país, Samuel Doe, que también se había hecho con el poder mediante un golpe de Estado.
En el conflicto, que se prolongó hasta 1997, murieron unas 200.000 personas de una población total de tres millones de habitantes.
En ese período, Taylor, reconocido "señor de la guerra", se estableció como el "hombre fuerte" del país y en 1997 fue elegido presidente, pero dos años más tarde tuvo que afrontar las rebeliones que la actual iniciativa de paz pretende resolver.