WASHINGTON.- Líderes políticos de todo el mundo, y en especial de la comunidad chiita, condenaron hoy el atentado en la ciudad iraquí de Nayaf, que se cobró la vida de al menos 90 personas, entre ellos la del ayatollah Mohammad Baqer al Hakim, titular del chiita Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak (SCIRI).
La Casa Blanca condenó el ataque, en el que además resultaron heridas más de 200 personas, a la vez que reiteró la decisión de la administración del Presidente estadounidense, George W. Bush, de derrotar el terrorismo, según dijo la portavoz Claire Buchan.
De acuerdo con "Voice of America", Buchan deploró "este acto de terrorismo" y dijo que Bush envió sus condolencias a aquellos que perdieron seres queridos en el ataque perpetrado con dos coches bomba, según testigos.
"Estoy consternado porque este incidente ocurrió justo después de las oraciones de los viernes en uno de los sitios más sagrados de los chiitas islámicos", dijo por su parte el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Irán, donde Baqr al Hakim se refugió por más de dos décadas tras escapar del régimen de Saddam Hussein, condenó en duros términos el asesinato del ayatollah, informó la red de televisión estatal IRIB.
El Presidente iraní Mohammad Jatami y el líder supremo ayatollah Ali Jamenei enviaron mensajes separados a la familia de Baqr al Hakim en los que deploraron el asesinato y expresaron sus condolencias.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Jamal Jarrazi, dijo que el lamentable incidente muestra que existen grupos que no quieren que en Irak haya paz y estabilidad.
Por su parte, el portavoz del gobierno Abdullah Ramezanzadeh manifestó su esperanza de que el atentado no desaliente al pueblo iraquí en sus esfuerzos por establecer un Estado independiente y estable.
Tanto la oficina del SCIRI en Teherán, como en la ciudad religiosa de Qom, al sur de la capital iraní, culparon a Estados Unidos por no haber logrado mantener la seguridad en Irak, pero dijeron que el ayatollah fue asesinado por seguidores del partido Baath de Saddam Hussein.
La ministra española de Relaciones Exteriores, Ana Palacio, señaló que el ataque muestra "una vez más la necesidad de que la comunidad internacional se una para luchar contra el terrorismo", a la vez que resaltó el compromiso de su gobierno en ese esfuerzo.
En París, el presidente de Francia, Jacques Chirac, además de expresar su condena del atentado, consideró que "el traspaso del poder y la soberanía a los iraquíes es la única opción realista" para lograr un Irak pacífico y estable.
En tanto, en una declaración emitida esta noche (local) en Berlín, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, dijo: "Los responsables deben ser identificados y castigados sin ningún tipo de tolerancia".
El jeque Mohammed Hussein Fadlallah, líder de la comunidad chiita proiraní en el Líbano, calificó de "acto terrorista" la muerte Baqr al Hakim. "Consideramos su asesinato como un acto terrorista salvaje contra el Islam y la unidad de los musulmanes", dijo.
"Perderlo en estos tiempos difíciles, particularmente cuando nuestro Irak está herido, es una gran pérdida", agregó Fadlallah, quien vivió y estudió en Nayaf, una ciudad santa para los chiitas.
El secretario general de la milicia proiraní Hizbollah, jeque Hassan Nasrallah, también denunció el asesinato de Baqr al Hakim. "La sangre de nuestro querido mártir despertará el espíritu de la revolución y la cólera", consideró.
Nasrallah ofreció sus condolencias a todos los habitantes de Irak. "Las manos de esos asesinos se extendieron para volver a matar una vez más a un miembro de una gran familia, y para desestabilizar al país y sembrar la destrucción y la desesperanza entre su pueblo, que durante años sufrió la opresión de la tiranía", apuntó.
México, miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, expresó su más "enérgica condena por el atentado" y manifestó su solidaridad al pueblo de Irak y a los familiares de las víctimas.
"El gobierno de México reitera su condena a los atentados terroristas, independientemente de su inspiración ideológica o política, y más aún cuando tienen por objetivo privar de la vida a civiles inocentes y descarrilar los esfuerzos de reconstrucción de un país", dice un comunicado oficial.