CASTELGANDOLFO. - El papa Juan Pablo II rezó el domingo para que "se sequen las lágrimas provocadas por el odio y la violencia en Oriente Medio y en Africa", durante su tradicional oración pública del Angelus.
"Seca las lágrimas que el odio y la violencia provocan en muchas regiones de la Tierra, en especial en Oriente Medio y en el contiente africano", pidió Juan Pablo II, invocando a la "Madonna de las Lágrimas" de Siracusa, en Sicilia.
Siracusa, en el este de la isla de Sicilia, celebra el lunes el quincuagésimo aniversario del prodigio, confirmado por las autoridades eclesiásticas, de la "Madonna de las Lágrimas", la aparición de lágrimas en un grabado de escayola de la Virgen durante tres días, del 29 de agosto al 1 de septiembre de 1953.
En su oración, recordó además el deseo de la Iglesia católica de que se mencionen "las raíces cristianas de Europa" en la futura Constitución de la Unión Europea.
El Santo Padre, de 83 años, apareció con aspecto cansado y pronunciaba sus palabras con grandes dificultades, aunque eso no impidió que saludara en distintos idiomas a los miles de peregrinos congregados en Castelgandolfo, la residencia de verano del pontífice, a unos 30 km al sureste de Roma.