WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aprovechó el festejo del Día del Trabajo, considerado el inicio no oficial de la campaña electoral, para prometer más puestos de trabajo y la continuación de la lucha mundial contra el terrorismo.
Tradicionalmente, el Día del Trabajo, el primer lunes de septiembre, se considera el día en que comienzan las campañas por la Casa Blanca. Las elecciones se realizarán en noviembre de 2004.
Bush brindó un discurso en Richfield, en el estado clave de Ohio, donde habló ante el Sindicato Internacional de Ingenieros de Operaciones. El republicano destacó la fuerza de Estados Unidos así como su voluntad de acción y las capacidades de los norteamericanos.
Según Bush, estas cualidades quedaron demostradas durante los trabajos de rescate tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y hoy en día en los soldados implicados en la lucha global contra el terrorismo.
El Mandatario prometió seguir luchando contra los "asesinos de sangre fría" de las organizaciones terroristas. "Ese es el mejor camino para defender a nuestra patria (...) Este país conducirá al mundo a la paz".
En otro tema, culpó a los gerentes corruptos de ser en parte responsables por los problemas económicos de Estados Unidos en el pasado reciente. Agregó que los responsables de los fraudes a la cabeza de las empresas deberán cargar con las principales consecuencias tras la aprobación de las leyes pertinentes.
Además, elogió a los empleados estadounidenses al calificarlos como "los mejores del mundo, con la mayor productividad del mundo", y dijo que la economía norteamericana se encuentra nuevamente en ascenso. Bush dijo que pronto habrá más puestos de trabajo.
Actualmente, según las estadísticas, hay nueve millones de estadounidenses sin trabajo, lo que representa una tasa de desempleo del 6,2 por ciento, la mayor desde hace nueve años.