MOSCU.- El submarino nuclear ruso que se hundió el sábado en el Mar de Barents cuando era remolcado a un desguazadero no podrá ser reflotado hasta el año próximo, informó hoy el subjefe de la Armada.
El submarino K-159 se hundió durante una tormenta cuando era remolcado hacia un puerto en la Península de Kola, donde su reactor debía ser extraído y desmantelado, y el resto de la nave convertida en chatarra. Nueve de los 10 tripulantes del submarino murieron.
Funcionarios de la Armada y del Ministerio de Energía Atómica dijeron hoy a agencias noticiosas rusas que los niveles de radiación continúan siendo normales en la zona del naufragio, a unos 350 kilómetros al norte del Círculo Ártico, donde Finlandia y Noruega colindan con Rusia.
Pero defensores del medio ambiente dijeron luego del hundimiento que los peligros de contaminación eran considerables, en tanto el jefe del estado mayor de la Armada, almirante Viktor Kravchenko dijo que "la embarcación debe ser reflotada a fin de llevar a cabo la completa descarga del reactor".
Kravchenko dijo hoy que sería poco práctico tratar de extraer el reactor del interior del submarino.
La nave está virada sobre un lado en el lecho del mar, a una profundidad de 240 metros. Aunque se están realizando labores preparatorias para reflotar la embarcación, la tarea de sacarla a la superficie no podría comenzar antes del 2004.
Uno de los factores que complican el reflotamiento del submarino es el clima. El mar de Barents es afectado buena parte del año por vendavales que se abaten sobre la región de manera inesperada.
Un día después del accidente el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Ivanov, ordenó la suspensión de los remolques de submarinos. Eso plantea la posibilidad de ulteriores demoras en los planes de desmantelar más de 100 navíos nucleares.
