LONDRES.- La embajada de Gran Bretaña en Teherán fue cerrada hoy, después de que personas desconocidas dispararan contra el edificio de la legación, informó la cadena BBC citando a la representación diplomática británica en la capital iraní.
Al parecer, nadie resultó herido por los disparos. El gobierno iraní condenó el ataque y anunció que se han ordenado estrictas medidas de seguridad en los alrededores de la embajada.
Un portavoz de la embajada dijo que cinco disparos alcanzaron el principal edificio del complejo a las 07:30 horas GMT. Los tiros fueron efectuados desde una calle próxima, agregó. La policía iraní rodeó el edificio, algunas de cuyas ventanas resultaron dañadas.
Testigos oculares aseguraron que dos hombres montados en una motocicleta efectuaron los disparos y posteriormente huyeron, versión corroborada por la agencia de noticias IRNA.
El lunes, cientos de estudiantes se manifestaron delante de la embajada británica en protesta por el arresto del ex embajador iraní en Argentina, Hadi Soleimanpour, en relación contra el atentado perpetrado en 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires. El gobierno argentino exige la extradición del diplomático iraní.
Además, el gobierno de Teherán llamó a consultas a su embajador en Gran Bretaña, Morteza Sarmadi, por un tiempo no especificado, se confirmó hoy.
Desde la detención de Soleimanpour, el 21 de agosto, la embajada británica en Teherán ha permanecido en alerta máxima.
El Presidente iraní, Mohammad Jatami, ha exigido la liberación de Soleimanpour, así como una disculpa de Gran Bretaña.
Sin embargo, Irán negó hoy informaciones según las cuales llamó a 400 diplomáticos de su país a causa del arresto del ex embajador en Argentina.
El portavoz del Ministerio del Exterior, Hamid Reza Assefi, dijo que estos informes aparecidos en los medios árabes eran "falsos".
Además del caso de Soleimanpour, Irán critica a Gran Bretaña por haber detenido a dos realizadores de documentales de la televisión estatal iraní IRIB, que fueron arrestados el 1 de julio por tropas norteamericanas, pero que actualmente se encuentran bajo detención británica.
En el pasado, Irán y Gran Bretaña rompieron sus relaciones diplomáticas en varias ocasiones. Un momento de crisis se registró en 1989 cuando el ayatolá Ruhollah Jomenini lanzó una "fatwa" condenando a muerte al escritor británico Salman Rushdie por su novela "Los Versos Satánicos", considerada blasfema por los religiosos iraníes.
Sin embargo, ambos países retomaron las relaciones en 1991 y en 1999 las elevaron a nivel de embajadas.
Otra crisis surgió el año pasado cuando Irán rechazó al embajador que Londres había designado para Teherán, David Reddaway, debido a su ascendencia judía y por haber pertenecido al servicio secreto inglés MI6. La crisis fue resuelta cuando Londres envió como jefe de la delegación diplomática a John Dalton.