WASHINGTON.- Estados Unidos no mantendrá ningún contacto con las FARC, la principal guerrilla colombiana, hasta que ésta no entregue a la justicia a los responsables del asesinato de tres indigenistas estadounidenses en marzo de 1999, dijo el miércoles a la AFP un portavoz del departamento de Estado.
"Nuestra política es no tener contacto con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas) hasta que las FARC tomen los pasos para asegurar que los involucrados en la matanza de tres trabajadores estadounidenses de una ONG en marzo de 1999 sean entregados a las autoridades judiciales apropiadas", indicó el funcionario, que pidió el anonimato.
"Las FARC siguen estando en la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras y cualquier apoyo estadounidense a un proceso de paz formal con cualquiera de las organizaciones designadas como terroristas tendría que ser consistente con la legislación estadounidense", añadió el diplomático.
No obstante, el gobierno de George W. Bush apoyó el martes el diálogo que delegados de Naciones Unidas (ONU) planean llevar a cabo con representantes de las FARC en Brasil, que aún no tiene fecha ni agenda establecida.
"Apoyamos el esfuerzo de la ONU de establecer un diálogo con las FARC, con la esperanza de lograr una paz duradera en Colombia", había indicado el martes Robert Zimmerman, portavoz del departamento de Estado para el Hemisferio Occidental.
En mayo pasado, el gobierno colombiano extraditó por primera vez a Estados Unidos a un guerrillero de las FARC, Nelson Vargas, acusado del asesinato de Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Lahee’Enay Gay.
Freitas, Washinawatok y Gay, quienes trabajaban en Colombia con la comunidad indígena U’wa, fueron secuestrados por las FARC el 25 de febrero de 1999 y sus cuerpos baleados hallados ocho días más tarde en un paraje del lado venezolano de la frontera binacional.
Estados Unidos también ha solicitado a Bogotá la extradición de otros cuatro miembros de las FARC, entre ellos el fugitivo Germán Briceño (alias ’Grannobles’), hermano del número dos de esa guerrilla, Jorge Briceño (’Mono Jojoy’). Según las autoridades colombianas, el homicidio de los activistas estadounidenses fue ordenado por ’Grannobles’ con el aval del ’Mono Jojoy’.