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Juan Pablo II: Dios no es indiferente ante el bien o el mal

"Dios no es indiferente, antes o después descubre el mal, defiende a las víctimas e indica el camino de la justicia. Pero no goza con la muerte del pecador, al contrario, quiere que se convierta y viva", dijo el Pontífice ante varios miles de fieles que asistieron hoy en la plaza de San Pedro.

10 de Septiembre de 2003 | 08:44 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II dijo hoy en el Vaticano que Dios no es indiferente ante el bien y el mal, defiende a las víctimas e indica el camino de la justicia.

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de fieles que asistieron hoy en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia general de los miércoles, cuya catequesis dedicó al Cántico de Ezequiel "Dios renovará a su pueblo".

"Dios no es indiferente, antes o después descubre el mal, defiende a las víctimas e indica el camino de la justicia. Pero no goza con la muerte del pecador, al contrario, quiere que se convierta y viva", afirmó el Papa.

El Papa Wojtyla añadió que para ello Dios "arrancará" del pecho del pecador "el corazón de piedra y le dará un corazón de carne, fuente de vida y amor".

De esa manera, añadió, surgirá una nueva existencia de criaturas "transformadas por el Espíritu de Cristo resucitado".

Juan Pablo II, que mañana emprenderá un viaje de cuatro días a Eslovaquia, tenía aspecto cansado y la voz débil, en algunos momentos inaudible.

Durante la lectura del discurso se saltó incluso algunos párrafos. Al final de la audiencia presentaba aspecto más relajado, saludando a los numeros fieles que se acercaron a recibir su bendición y besando a los niños.

El Obispo de Roma afirmó que el Cántico de Ezequiel recoge el sentido profundo de la tragedia vivida por el pueblo de Dios.

A la audiencia asistió un grupo de bomberos polacos y Juan Pablo II resaltó la importancia del trabajo que desempeñan y recordó la labor de los bomberos de Nueva York durante la tragedia del 11 de Septiembre, de la que se conmemorará mañana el segundo aniversario.

"Vuestro trabajo es peligroso y difícil. Se necesita ánimo y mucho coraje. Recordar que socorriendo al hombre y los bienes que posee, arriesgando vuestra vida, tendréis el premio prometido por el Señor a los que ofrecen su propia vida por los hermanos por los que Cristo murió", manifestó Juan Pablo II.

Respecto al viaje a Eslovaquia, el tercero que realiza al país centroeuropeo, el Papa lo puso en manos de la Virgen, pidió a los fieles que recen por él e hizo votos para que esa nación logre una "renovada primavera de fe" y de progreso civil.

Como es habitual, durante la audiencia saludó a los fieles llegados desde diferentes partes del mundo. En español tuvo palabras de afecto para los sacerdotes procedentes de varios puntos de España, así como para misioneras de Santo Domingo y del colegio Francisco de Asís, de Chile.
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