BAGDAD.- Las tropas de Estados Unidos en Irak conmemoraron hoy el segundo aniversario del 11 de septiembre de 2001 en medio de estrictas medidas de seguridad tras el llamado anoche de Al Qaeda a los iraquíes para que redoblen la lucha contra la ocupación.
Los actos más significativos tuvieron lugar en Bagdad y Tikrit donde se intensificó la vigilancia ante el temor de nuevos atentados en el que -dos años después de los ataques contra Washington y Nueva York-, parece haberse convertido en el principal campo de batalla contra el terrorismo internacional.
Junto a representantes del Gobierno provisional iraquí, el administrador civil norteamericano, el diplomático Paul Bremer, participó en la ceremonia celebrada en el cuartel general de las fuerzas de la coalición en la capital, donde las medidas de seguridad se reforzaron de forma que no tenía precedentes desde el fin de la guerra el 9 de abril pasado.
Nuevos puestos de control ciudadano, el corte al tráfico en las calles donde viven los miembros del Gobierno provisional y la prohibición del acceso de vehículos a las áreas donde se encuentran los hoteles en los que se alojan los periodistas, los funcionarios de organizaciones internacionales y los trabajadores de grupos humanitarios, fueron algunas de las medidas vigentes desde anoche.
Los soldados norteamericanos fueron respaldados en ese cometido por la nueva policía local y los cuerpos de seguridad que proliferan en la ciudad y que han sido contratados por agencias, empresas y organismos privados.
De carácter militar, el acto en la conocida como Base de la Victoria en Tikrit -al norte de la capital y cuna de Saddam Hussein- estuvo encabezado por el comandantes Kenneth O.Preston, que presidió junto a varios capellanes un servicio religioso en recuerdo de los tres mil muertos por los ataques de hace dos años y "los caídos desde entonces en la guerra contra el terror".
La efeméride fue por su parte celebrada con indiferencia por los iraquíes, algunos de los cuales dijeron considerarse no obstante también ellos víctimas de los atentados de 2001, "que a largo plazo han traído la destrucción de nuestro país", según dijo Zaer Ibrahim, empleado de treinta años de edad.
"Aquello fue un acto terrorista porque murieron civiles, no militares, y también porque a largo plazo ha provocado la destrucción de nuestro país. No queremos a Sadam pero los perjudicados por la guerra hemos sido nosotros", apuntó.
La prensa local también pasa de puntillas sobre la conmemoración y de la docena de diarios que han surgido tras la caída del antiguo régimen -en todos los casos próximos a las formaciones de los miembros del nuevo gobierno local-, sólo el órgano del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) El-Taakhi o la Hermandad dedica un artículo de opinión al asunto.
"El 11 de septiembre mostró de manera clara la diferencia entre la lucha de liberación y el puro terrorismo, pero el caso es que todavía hay gente que, para defender su causa, considera legítimo poner un coche bomba y colocar explosivos que matan inocentes", afirma el diario en un editorial.
El rotativo concluye afirmando que "todos los ataques que sufrimos ahora los iraquíes por los agentes del antiguo régimen y los activistas extranjeros que han venido a nuestro país también forman parte de lo que significó aquella fatídica fecha".