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Decae estado de salud del Papa

Su voz trémula era casi imperceptible y el Santo Padre no pudo completar el discurso de llegada a Eslovaquia, por lo que un funcionario del Vaticano siguió leyendo por él.

11 de Septiembre de 2003 | 11:26 | Agencias
BRATISLAVA.- El Papa Juan Pablo II, extremadamente cansado, llegó el jueves a Eslovaquia en una visita de cuatro días, pero necesitó ayuda incluso para terminar su discurso de llegada en el que exhortó a Europa a recordar sus raíces cristianas.

Cientos de seguidores se reunieron bajo un cielo despejado de otoño con pancartas -muchas en polaco, la lengua materna del Sumo Pontífice- que expresaban mensajes de amor y paz para saludar al líder de la iglesia católica en su viaje 102 fuera de Italia.

El Pontífice, que padece la enfermedad de Parkinson y artritis, ha estado muy débil este verano y su cuerpo temblaba cuando se sentó durante la breve ceremonia.

Su voz trémula era casi imperceptible y el Papa no pudo completar el discurso de llegada, de una página, por lo que un funcionario del Vaticano siguió leyendo por él.

Después de varios minutos de descanso, el Papa volvió a retomar la lectura y pareció reconocer a algunos de los funcionarios eclesiásticos a quienes saludó posteriormente.

Aunque el Papa es políglota, en otras ocasiones ha dependido de otros sacerdotes para que lean partes de discursos en idiomas que le son difíciles. Esta vez, la ayuda se produjo, al parecer, por la fatiga y no por dificultades linguísticas, pues el eslovaco es una lengua muy parecida al polaco.

"Aunque el Papa quiso seguir leyendo, creo que es lógico liberarlo de esa carga", dijo Joaquín Navarro-Valls, portavoz principal del Vaticano.

Cuando se le preguntó si el viaje del Papa continuaría, Navarro-Valls contestó: "Por supuesto".

El Papa, que se veía pálido y agotado, se mantuvo fiel a su agenda y se reunió posteriormente con el presidente eslovaco Rudolf Schuster y otras personalidades políticas.

Mensaje claro

Su voz no sonaba clara, pero su mensaje sí lo fue. El Papa exhortó a los europeos a mantener los valores cristianos, algo que repetirá a lo largo de su viaje por Eslovaquia que se espera atraiga a cientos de miles de personas, muchas de la vecina Polonia.

El viaje, su cuarta y última visita al extranjero este año, se produce un mes antes del 25o. aniversario de su llegada al papado y semanas antes de una importante reunión de líderes de la Unión Europea en Roma.

La Unión Europea, a la que Eslovaquia se unirá en mayo próximo, debate un proyecto de constitución común. Los políticos que la redactaron decidieron evitar la mención a la palabra Cristiandad, refiriéndose en cambio a la "herencia cultural, religiosa y humanista" de Europa.

Aunque la mayor parte de los gobierno occidentales siguen las normas seglares, el divorcio y el aborto son prácticas legales en casi todas partes y los matrimonios entre homosexuales se hacen cada vez más frecuentes, y se considera que los Estados de Europa central están abiertos a las influencias de sus vecinos.

"En un futuro cercano, vuestro país se convertirá en un miembro de la comunidad europea. Amados míos, contribuyan con vuestra rica tradición cristiana a la nueva identidad de Europa", dijo el Papa.

Después de sobrevivir más de 40 años al régimen comunista, la iglesia católica se ha convertido en una autoridad moral en el debate sobre temas sociales en naciones como Eslovaquia, Polonia y Croacia.
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