CABO CAÑABERAL.- Los 84.000 restos del transbordador "Columbia", que se desintegró en el aire en febrero pasado, fueron colocados en una especie de biblioteca en Cabo Cañaveral, Florida, a disposición indefinida de los investigadores.
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) informó hoy de que los escombros serán mantenidos en el piso 16 del gigantesco edificio de ensamblaje de vehículos espaciales en el Centro Espacial de Cabo Cañaveral.
Los restos del "Columbia", en el que murieron sus siete tripulantes el 1 de febrero de 2003, fueron recogidos en el este del estado de Texas y el oeste del de Luisiana.
Un portavoz de la NASA indicó que la idea fue crear una biblioteca en lugar de una tumba.
"Los restos del Columbia estarán disponibles a científicos y otros investigadores para su estudio. Tenemos esperanzas de que esas investigaciones conduzcan a la fabricación de mejores transbordadores en el futuro", dijo Scott Thurston, administrador de esa aeronave antes del desastre.
Thurston tendrá bajo su responsabilidad las instalaciones donde permanecerán los escombros del malogrado transbordador.
Señaló que la NASA todavía considera al "Columbia" como una parte de su flota.
Entre tanto, los restos del "Challenger", que estalló en el aire poco después de su despegue dando muerte a sus siete tripulantes en enero de 1986, permanecen en dos viejos silos de misiles en la estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, adyacente al Centro Espacial.
Entre la chatarra en que quedó convertido el "Columbia" también estará disponible a los investigadores el compartimento de la tripulación que jamás fue mostrada en público durante las pesquisas para determinar las causas del desastre.
La desintegración de este transbordador fue atribuida por la Comisión de Investigación a la hendidura causada en las losetas térmicas del ala izquierda por un trozo de aislante que se desprendió durante su lanzamiento el 16 de enero pasado.
El impacto de ese trozo de aislante produjo una fisura que permitió la entrada de gases extremadamente calientes al interior de la aeronave cuando esta reingresó a la atmósfera a una velocidad 20 veces superior a la del sonido, y en medio de una temperatura de 2.074 grados centígrados.