WASHINGTON.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, viajó hoy hacia Ginebra para participar este sábado en conversaciones sobre Irak que mantendrán los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Estados Unidos debatirán si la administración civil estadounidense en Irak cederá, y en ese caso cuáles, competencias al Consejo de Gobierno Provisorio local.
También se tratará el futuro rol de la ONU en Irak y una mejor protección de los ayudantes humanitarios.
Annan se encargó hoy de atenuar las expectativas en torno al encuentro al decir que no se discutirá ningún texto nuevo, sino que espera que las conversaciones simplifiquen la discusión en el Consejo de Seguridad en Nueva York.
Antes de la reunión ministerial en Ginebra, el Consejo de Gobierno provisional en Irak reclamó que finalice pronto la ocupación de ese país. Adnan Padshashi, miembro de este Consejo, dijo que le parece realista que se aprueba una nueva Constitución y que se realicen elecciones parlamentarias hasta julio de 2004.
Una nueva Constitución, elecciones y la formación de fuerzas de seguridad son condiciones para la cesión de la responsabilidad a un nuevo gobierno iraquí.
En una entrevista difundida hoy por la televisión alemana ARD, Powell consideró en cambio que es "poco realista" el planteamiento de que la actual administración civil estadounidense en Irak sea relevada pronto por un gobierno iraquí.
"Es un hecho que en estos momentos no hay ningún gobierno en Irak al que se puedan transferir los poderes", dijo y explicó que la administración civil de Estados Unidos en Irak fue establecida "porque después de la guerra casi tuvimos que asumir obligaciones de gobierno".
En el marco del debate en torno a una nueva resolución de Naciones Unidas para Irak, países como Alemania han abogado por que el pueblo iraquí vuelva a asumir tan pronto como sea posible el poder. En este sentido, Berlín se pronunció también a favor de que Irak disponga pronto de un ejército y una policía propias.