SANTA MARTA.— Rastreando centenares de trochas, humedecidas por la lluvia y evadiendo ríos torrentosos en las altas montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, unos dos mil policías y soldados buscan a ocho turistas extranjeros secuestrados aparentemente por la guerrilla.
"Seguimos en la persecución de los secuestradores. Sabemos que van hacia el sur para internarse en sus guaridas con los rehenes", dijo hoy el general Leonel Gómez, Comandante de la Primera División del Ejército.
Agregó que las operaciones cuentan con el apoyo de helicópteros artillados y aviones de reconocimiento y están a cargo exclusivamente de personal colombiano.
"En operaciones de selva el Ejército colombiano es experto", manifestó Gómez y aclaró que no es necesaria la cooperación de asesores extranjeros.
Los plagiados son cuatro israelitas, dos británicos, un español y una mujer alemana, que integraban un grupo de 13 jóvenes extranjeros dedicados al llamado "turismo de morral y mochila" visitando sitios exóticos de América Latina.
Fueron capturados en la madrugada del viernes pasado por un grupo de hombres armados cuando estaban en dos chozas de la Ciudad Perdida, ruinas arqueológicas precolombinas.
Se llevaron a los ocho de los turistas y dejaron amarrados a otros cinco: dos australianos, un holandés y dos israelíes, y a sus dos guías colombianos.
Los secuestradores dijeron ser paramilitares, pero los servicios de inteligencia creen que pueden ser miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país, responsable de la mayor parte de los 3.000 secuestros que se registran anualmente en Colombia.
Los turistas que quedaron en Ciudad Perdida eran los que tenían sandalias que no son apropiadas para largas caminatas, mientras los secuestrados calzaban botas.
Aunque en la Sierra Nevada existen grupos guerrilleros y paramilitares, la zona de la Ciudad Perdida se consideraba segura y es visitada diariamente por numerosos turistas de Colombia y el exterior. Allí la autoridad las ejercen los indios.
"Fue una sorpresa ver a hombres armados en la Ciudad Perdida pues los indios consideran que éste es un sitio sagrado y no permiten portar armas. Por eso sacaron a la Policía", dijo a la AP Edwin Rey, uno de los guías.
Agregó que la búsqueda será muy difícil.
"En estos días está lloviendo mucho, hay centenares de trochas y los ríos están crecidos", dijo Rey.
El impacto internacional del secuestro tiene sumidos en la preocupación a los promotores turísticos.
"Santa Marta vive del turismo, y especialmente del turismo ecológico y esto puede acabar con la llegada de turistas del exterior", dijo Demetrio Riaño, propietario de una agencia de viajes.
Su empresa lleva visitantes a la Ciudad Perdida por 340.000 pesos ($ 120 dólares), en un tour de seis días con 20 kilómetros de ascensos, a través de ríos y cañadas, y pernoctando en hamacas.
En Santa Marta todavía permanecen algunos turistas extranjeros que están a la espera de que las autoridades colombianas permitan reanudar las excursiones.
"Ellos dicen que después que pasa algo así, es más seguro ir porque hay más vigilancia", manifestó Riaño.