EMOLTV

El Papa aboga ante sacerdotes ortodoxos griegos unidad cristianos

"Constantemente me dirijo al Señor para que nos abra los corazones y todos seamos una misma cosa", afirmó el Papa ante los sacerdotes del arzobispado ortodoxo de Atenas, que forman parte de una delegación de la Iglesia Ortodoxa Griega que visita el Vaticano.

19 de Septiembre de 2003 | 09:08 | EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Juan Pablo II recibió hoy en la residencia de Castel Gandolfo, al sur de Roma, a un grupo de sacerdotes ortodoxos griegos, ante quienes abogó por la unidad de los cristianos y dijo que la búsqueda de la unidad de todos los seguidores de Cristo es una constante en su vida.

"Constantemente me dirijo al Señor para que nos abra los corazones y todos seamos una misma cosa", afirmó el Papa ante los sacerdotes del arzobispado ortodoxo de Atenas, que forman parte de una delegación de la Iglesia Ortodoxa Griega que visita el Vaticano y Roma dentro de las relaciones entre las dos iglesias, intensificadas tras la visita de Juan Pablo II a Atenas en 2001.

El Obispo de Roma hizo votos para que las dos iglesias busquen juntas "los caminos de una más estrecha colaboración y de una comunión (unidad) cada vez más profunda".

Esta visita se produce un año después de que otra delegación ortodoxa griega visitara el Vaticano. Fue la primera vez tras el cisma entre Oriente y Occidente de 1054 que ortodoxos griegos pisaban la Santa Sede.

En mayo de 2001 Juan Pablo II viajó, siguiendo las huellas de San Pablo, a Atenas, donde ante el Sínodo de la Iglesia ortodoxa -la más reacia a Roma junto con el Patriarcado de Moscú- pidió perdón por los daños causados por los católicos a los ortodoxos durante siglos.

Oriente y Occidente se separaron con el cisma religioso de 1054, con las excomuniones del papa León IX y del patriarca Miguel Celurario. Desde entonces han pasado casi mil años de incomprensiones y recelos.

Los ortodoxos acusan a Roma de ser culpable de que en 1453 Constantinopla cayera en manos de los Otomanos, poniendo fin al Imperio Bizantino.

El teólogo católico griego Yannis Spiteris recordó con motivo del viaje de Juan Pablo II a Atenas que ya antes de la caída de Constantinopla se decía que era "mejor el turbante turco que la tiara del Papa".

Además, les separan razones teológicas, como el rechazo de los ortodoxos griegos al primado de la Iglesia de Roma y la negativa de la infalibilidad del Papa.

Los ortodoxos no reconocen tampoco la validez de los sacramentos católicos, al contrario que la Iglesia Católica que sí reconoce, desde el Concilio Vaticano II, los de la Iglesia ortodoxa.

Los ortodoxos culpan a Roma de proselitismo y de intentar expandirse en territorios hasta ahora bajo su control.

Juan Pablo II durante su histórico viaje a Atenas, además de pedir perdón, condenó el proselitismo.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?