WASHINGTON.- Los residentes de la costa este de Estados Unidos comienzan a limpiar los destrozos millonarios dejados por el paso del huracán Isabel, que dejaron, según un último balance, 28 muertos y a millones de personas sin energía eléctrica.
El balance podría incrementarse, según autoridades locales quienes destacan que equipos de socorro siguen trabajando para encontrar eventuales nuevas víctimas que habrían podido perecer en las inundaciones.
En Carolina del Norte, donde la tormenta tocó tierra el jueves, "Isabel" separó en dos a una isla protectora, y dejó damnificados a unos mil residentes.
El huracán derribó miles de árboles y líneas de tendido eléctrico en Carolina del Norte, Virginia, Maryland y Washington, donde los vientos que llegaron a los 160 kilómetros por hora en su peor momento.
Este sábado varias rutas seguían bloqueadas por árboles, cables y postes de electricidad en toda la región.
Las compañías de electricidad pusieron a trabajar a cientos de personas desde Texas hasta La Florida para intentar restablecer la electricidad a millones de residentes de Virginia, Maryland y Carolina del Norte, quienes volvieron a despertarse otra jornada más sin electricidad.
El jueves "Isabel" ya se había degradado a tormenta tropical, pero igualmente causó estragos que llegaron incluso a sentirse en Canadá.
La mayor parte de los 28 muertos durante la tormenta fueron causados por accidentes de tránsito, y árboles y postes derribados.
Una compañía eléctrica de Carolina del Norte lamentó la muerte de uno de sus trabajadores que falleció cuando intentaba restablecer la energía durante el paso del huracán.
"Hay mucha tristeza", dijo Gary Zajac, portavoz de la cooperativa eléctrica Carter Craven a la AFP. De todos modos, las reparaciones no se detuvieron por ese incidente.