MONTEVIDEO.- Dos menores de 15 años serán puestos hoy a disposición de la justicia después de atemorizar el viernes un barrio residencial de Montevideo cuando se entretenían disparando al azar con un rifle desde el piso 11 de un lujoso edificio.
Ambos adolescentes admitieron ante los investigadores que habían actuado por "diversión" porque "estaban aburridos", según el informe de la policía a la justicia.
Los jóvenes serán conducidos hoy al Juzgado Penal de Menores, donde la justicia decidirá su situación, informaron las fuentes.
También los padres del menor dueño de casa, que están detenidos, comparecerán ante el juez, que determinará la responsabilidad que les corresponde, tras los informes de los servicios de balística de la policía, que prueban el arma utilizada en las acciones.
Los investigadores policiales desde un primer momento habían descartado que fuesen actos terrorista los balazos indiscriminados que impactaron en varias casas y automóviles del céntrico barrio de Punta Carretas.
Desde la noche del viernes la policía de Montevideo procuraba aclarar el caso del francotirador, que disparaba contra casas y automóviles.
Las autoridades recibieron por lo menos siete denuncias de habitantes del sector residencial de Punta Carretas, luego de que se descubrieran perforaciones en vidrios de claraboyas y ventanas por balas de calibre 22.
Los disparos, con distintos objetivos, fueron esporádicos durante unas 6 a 7 horas, sin causar lesionados, aunque sí daños materiales de cuantía menor.
Entre las casas afectadas estuvo la residencia privada del ex presidente Julio María Sanguinetti, que recibió dos disparos en una pared del frente.
También el automóvil del ex presidente del Banco de Previsión Rodolfo Saldaín, que estaba estacionado en una de las calles adyacentes y que resultó dañado en su luneta posterior y vidrios a consecuencia de disparos de arma de fuego.
Luego del estudio de las direcciones de donde partieron los disparos, se llegó hasta el piso 11 del edificio de más altura del barrio, desde donde el menor dueño de casa apuntaba hacia la calle desde un balcón, ante la atenta observación de su amigo.
La policía halló en el departamento el rifle calibre 22 con el que se hicieron los disparos, además de una escopeta de caza, propiedad del padre del menor, que se supo es un comerciante, experto tirador y aficionado a las armas deportivas.