NUEVA YORK.- El secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan, al inaugurar el lunes una cumbre sobre terrorismo, dijo que los líderes mundiales deben lidiar con las raíces de ese flagelo si desean combatirlo con eficacia.
Casi 20 jefes de estado se unieron a Annan, a expertos en la lucha contra el terrorismo y a un puñado de víctimas en Nueva York a fin de discutir "las raíces del mal".
Las medidas de seguridad fueron tan estrictas en la sede de la conferencia que la ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica Nkosazana Zuma decidió no asistir a la reunión antes que ser palpada por guardias.
"Así no se trata a una ministra de relaciones exteriores", dijo Zuma a The Associated Press. Organizadores de la conferencia pidieron disculpas, pero explicaron que el Servicio Secreto de Estados Unidos estaba a cargo de las medidas de seguridad.
Horas antes de la inauguración de la conferencia, un atacante suicida hizo estallar un vehículo cargado de explosivos frente a la sede de la ONU en Bagdad, muriendo junto con un policía. El ataque, registrado en momentos en que la organización estudia ampliar su papel en Irak, hirió además a 19 personas, entre ellas dos empleados de la ONU.
Annan dijo a la prensa que se sentía "estremecido y perturbado" por el ataque. Advirtió que si la situación de seguridad en Irak "continúa deteriorándose, entonces nuestras operaciones se verán afectadas de manera considerable".
La reunión, denominada "Combatiendo al terrorismo en beneficio de la humanidad", fue convocada a instancias del primer ministro de Noruega, Kjell Magne Bondevik, y de Elie Wiesel, premio Nóbel de la Paz y sobreviviente del genocidio nazi.
"Tenemos que lidiar con las raíces y el fanatismo que hay detrás del terrorismo, a fin de que la lucha sea más eficaz", dijo a AP Bondevik, presidente de la conferencia.
Entre los asistentes a la cumbre sobre terrorismo figuran los líderes de Francia, España, Italia, Noruega, Canadá, Pakistán, Afganistán, Portugal, Brasil e Indonesia, entre otros. Tanto Israel como la Autoridad Palestina enviaron como representantes a sus ministros de relaciones exteriores.
El Presidente George W. Bush fue invitado, pero el gobierno envió en cambio al senador republicano Richard Lugar como su representante. En cuanto al secretario de Estado, Colin Powell, optó por asistir a la cumbre sobre el sida, convocada también por la ONU.
Lugar, presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo en un discurso que en el futuro inmediato los servicios de inteligencia "enfrentarán una amplia amenaza: la de la intersección de terrorismo y de armas de destrucción masiva. Lidiar con esa situación exigirá un compromiso sin vacilaciones", añadió.
El bajo nivel de la presencia estadounidense en la conferencia sobre terrorismo representó una decepción para sus organizadores. Sin embargo, Bondevik agradeció la presencia de Lugar. El primer ministro noruego trató de aplacar preocupaciones de que un examen de las raíces del terror implicaba hallar excusas para tales actos.
Aun así, "el combate al terrorismo es algo más que usar a nuestras fuerzas armadas y congelar los fondos" de organizaciones consideradas terroristas, indicó aludiendo a los esfuerzos estadounidenses.
Sus comentarios tuvieron eco en las palabras pronunciadas por Annan al inaugurar la reunión.
"Nos estamos engañando si pensamos que la fuerza militar por sí sola puede derrotar al terrorismo", dijo Annan a los asistentes. "En ocasiones es necesario usar la fuerza para enfrentar a grupos terroristas, pero necesitamos hacer mucho más que eso si queremos frenarlos".