ROMA.- Cerca del 60 por ciento de los 26 millones de iraquíes están desempleados y necesitan ayuda alimenticia, señala un estudio dado a conocer hoy en Roma por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Aunque actualmente nadie en Irak está amenazado por el hambre, "la desnutrición crónica sigue afectando a millones de personas", pese al fin de la guerra y al levantamiento de las sanciones que la comunidad internacional había impuesto a Bagdad, advierte la FAO.
Según la organización, "es especialmente preocupante la situación de las mujeres y niños en el centro y sur de Irak".
La cosecha de trigo en Irak probablemente llegará este año a 4,1 millones de tonelades, es decir, un 22 por ciento más que el año pasado, pero "aun así se necesitan recursos considerables para reconstruir en su conjunto la agricultura y la economía a fin de mejorar la alimentación de los iraquíes", afirma el estudio.
La FAO explicó que millones de iraquíes dependen de la distribución de alimentos, financiada mediante el programa "Petróleo por Alimentos".
La reconstrucción de la agricultura iraquí tardará aún varios años, debido, entre otros factores, a que la producción de fertilizantes aún es demasiado baja. Otro importante problema en el Irak de la posguerra es la falta de acceso a agua potable limpia, apunta la organización dependiente de la ONU.