NACIONES UNIDAS.- El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso hoy en la Asamblea General de la ONU la creación de un Comité Mundial de Lucha contra el Hambre, cuya erradicación es, en su opinión, "un imperativo moral y político".
"No hay nada más absurdo ni más intolerable que la omnipresencia del hambre en el siglo XXI, un siglo caracterizado por los avances y la ciencia", dijo Lula, quien consideró que la erradicación del hambre y la pobreza extrema es "viable. Solo se requiere voluntad política".
"El hambre es una emergencia y debe tratarse como tal", como prueba el hecho de que la cuarta parte del mundo pasa hambre, incluidos 300 millones de niños, agregó el presidente de Brasil, país que tradicionalmente abre el debate de la Asamblea General.
Lula aprovechó su presencia en este foro para proponer la creación en el seno de la ONU de un Comité Internacional de Lucha contra el Hambre, formado por jefes de Estado de los cinco continentes, y cuyo objetivo sería la captación de fondos de países desarrollados y de empresas privadas.
"La erradicación del hambre es el gran reto de nuestra civilización", aseguró Lula, quien ha lanzado en Brasil un programa, llamado "Cero Hambre en Brasil" que beneficia a cuatro millones de personas a las que antes se negaba el acceso al derecho básico de contar con una comida diaria.
Lula da Silva, que llegó hace nueve meses a la Presidencia de Brasil, reiteró su compromiso en conseguir una reforma social en su país, de manera que se pueda lograr la integración social de los excluidos sin renunciar al crecimiento económico, a la generación de empleo, a la estabilidad financiera y a la reducción de la deuda externa.
En su discurso, el presidente de Brasil hizo una ardiente defensa del papel internacional de las Naciones Unidas, que no debe ceñirse solo a las tareas humanitarias, sino que debe ampliarse a la resolución de conflictos de una manera más activa.
"Las Naciones Unidas no fueron concebidas para limpiar los escombros de los conflictos que no pudo evitar", dijo Lula, tras insistir en que la comunidad internacional "no debería depositar más confianza en el poderío militar que en las instituciones que creamos en tiempos de paz y con consenso".
Lula denunció ante la Asamblea que existe un "intento de quitarle autoridad política a la ONU", por lo que reclamó una defensa "sin ambigúedades" de esta institución.
También reclamó un fortalecimiento del Consejo de Seguridad, órgano al que Brasil aspira a contar con un asiento permanente, lo que obligaría a acometer una reforma que, en su opinión, "no puede permanecer sin cambios durante casi 60 años".
"No podemos ignorar que el mundo está cambiando. Debe tenerse en cuenta el surgimiento de países en desarrollo, actores importantes que desempeñan un papel crítico en la solución de controversias", destacó el gobernante como argumento para defender la candidatura de Brasil.
Según dijo, en sus conversaciones con otros líderes mundiales ha comprobado que existe una opinión generalizada en favor de la reforma y fortalecimiento de las Naciones Unidas, lo que permitiría que "las decisiones tomadas de manera colectiva, sean más respetadas".
En su opinión, conflictos como los que existen en Irak y en Oriente Medio "solo se pueden solventar en el marco de acciones multilaterales" y reclamó un mayor papel de la ONU para solventar "el estancamiento en el que se encuentra la reconstrucción de Irak".
"La ONU no solo debe dedicarse a las tareas humanitarias. También trabajar para devolver a los iraquíes la soberanía lo antes posible", afirmó.
