GAZA/BRUSELAS.- Hamas proseguirá la lucha armada contra Israel y no considerará una tregua en las actuales circunstancias hasta que el Estado judío detenga su "agresión" contra los palestinos, afirmó hoy el líder espiritual de la organización extremista palestina, jeque Ahmed Yassin.
"No hay posibilidad bajo las actuales circunstancias de hablar de una ’hudna’ (tregua) porque nuestro enemigo sigue con su agresión contra nuestro pueblo. Que el enemigo pare su agresión y entonces estaremos listos para dialogar", dijo Yassin en rueda de prensa en una mezquita en Ciudad de Gaza.
Yassin subrayó que Hamas ha optado por el camino de la resistencia y la ’’yihad’’ (guerra santa) y nunca desaparecerá. "Ni Israel ni Estados Unidos serán nunca capaces de derrotar a Hamas y al islam", comentó el líder de Hamas, de 67 años, y quien está tetrapléjico en silla de ruedas.
"El Presidente de Estados Unidos debe entender que quienes tienen una fuerte creencia nunca tendrán miedo de las amenazas, porque el islam es más fuerte que el régimen de Bush, más fuerte que el propio Bush y más fuerte que Estados Unidos", dijo.
Es la primera rueda de prensa de Yassin desde el frustrado intento de "asesinato selectivo" israelí con bomba el pasado día 6 de septiembre en una casa de Ciudad de Gaza, en la que Yassin participaba en una reunión. Tras un atentado suicida que dejó 23 muertos en agosto en Jerusalén, ISrael había amenazado con matar a todos los líderes de Hamas.
Las declaraciones del jeque Yassin se producen dos días después de que el designado primer ministro palestino, Ahmed Queria, anunciara la intención de su gobierno de poner fin a la "anarquía" en los territorios palestinos y ofreciera un nuevo alto el fuego a Israel.
Entre tanto, la Unión Europea instó hoy al gobierno israelí a desistir de sus intenciones de deportar al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yassir Arafat, y a dejar de proferir amenazas contra su persona.
"Arafat ha desempeñado últimamente un mal papel. Pero es el representante electo de su pueblo, y por eso nosotros debemos apoyarle", dijo el representante de la presidencia rotatoria italiana de la UE, Roberto Antonione, en Estrasburgo. El viceprimer ministro israelí, Ehud Olmert, había considerado a mediados de mes que el asesinato de Arafat es una "opción legítima".
Mientras, la violencia continuó hoy en la región. Soldados israelíes irrumpieron en un hospital cisjordano en busca de un palestino presuntamente herido que según el Ejército había disparado contra soldados y trabajadores en la "valla de seguridad" que Israel está construyendo a lo largo de la frontera con Cisjordania. La Oficina de la ONU para los Refugiados en Palestina (UNRWA), bajo cuyo control se encuentra el hospital, acusó al Ejército israelí de haber dañado el edificio.
El portavoz de UNRWA Paul McCann dijo que médicos y enfermeros se vieron obligados a abandonar a sus pacientes y a tumbarse en el suelo en una sala. El director del hospital y un cuidador fueron utilizados como "escudos humanos" durante la búsqueda. "Los soldados destrozaron varias puertas y ventanas, los cuidadores no pudieron ir a ver a sus pacientes durante una hora", denunció McCann a la agencia dpa. Según el portavoz, tras la infructuosa búsqueda los efectivos abandonaron el recinto.
"Este comportamiento viola claramente las Convenciones de Ginebra y otros acuerdos internacionales para la protección de médicos y personal sanitario", afirmó McCann. Sin embargo, un portavoz militar negó los destrozos denunciados y aseguró que el registro había sido acordado con la directiva del hospital.
En otro incidente, soldados israelíes mataron a un adolescente palestino de 15 años, hirieron a otras 11 personas y demolieron tres casas durante una operación realizada en las primeras horas de hoy en el campo de refugiados de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, aseguraron fuentes palestinas.
Testigos, funcionarios médicos y fuentes de seguridad palestinos dijeron que al menos 20 carros de combate, apoyados por vehículos blindados y tropas, penetraron unos 500 metros en un área superpoblada del campo de refugiados, donde se les enfrentaron decenas de palestinos armados con misiles antitanque y granadas.
Fuentes militares israelíes indicaron que las fuerzas armadas entraron en el campamento, situado junto a la frontera con Egipto, para rastrear túneles utilizados para el contrabando de armas hacia la Franja de Gaza. Según estas fuentes, los soldados abrieron fuego en respuesta a disparos efectuados por los palestinos.