CIUDAD DEL VATICANO.- El estado de salud del papa Juan Pablo II, de 83 años, suscita preocupación tras la inesperada anulación, la mañana del miércoles, de la audiencia general por una indisposición intestinal.
La anulación oficial de la tradicional audiencia semanal, decidida diez días después de su agotador viaje de cuatro días en Eslovaquia, en donde apareció siempre físicamente extenuado, desencadenó de nuevo rumores sobre el empeoramiento general de la salud del Papa.
"El Santo Padre, debido a una indisposición intestinal que sufrió no estará presente en la audiencia general en la plaza de San Pedro siguiendo el consejo de su médico personal", anunció el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls.
Para tranquilizar a los creyentes de todo el mundo, el Papa envió a través de la emisora del Vaticano su bendición a los fieles que asistían a la audiencia general en el Vaticano.
Sin embargo, las imágenes del anciano pontífice, que tiene dificultades para hablar y ya no puede caminar, mientras imparte la bendición lo mostraron ulteriormente pálido y muy debilitado.
Por órden de sus médicos, el Papa permanecerá hasta el viernes en Castelgandolfo, la residencia veraniega de los Papas, a unos 30 kilómetros de Roma, a donde se trasladó el 10 de julio.
"Siento no poder estar con ustedes para la tradicional audiencia semanal. Los guardo a todos en mi corazón y los bendigo", dijo Juan Pablo desde Caltelgandolfo con voz algo quebrada y saliva en los labios.
Vaticano intenta minimizar problemas de salud
Las autoridades del Vaticano, que autorizaron la divulgación de las imágenes, intentan minimizar los problemas de salud del Papa y confirman la realización del cargado programa de octubre de Juan Pablo II, quien el 16 de ese mes celebra 25 años de pontificado.
No es la primera vez que el Papa anula por razones de salud una audiencia general.
El 5 de febrero de 1997 no pudo cumplir su cita semanal con los fieles por un resfriado. En 1996, problemas intestinales lo obligaron a renunciar a otra audiencia, y lo mismo le ocurrió en 1993 debido a una luxación de hombro.
El anciano Papa tuvo que interrumpir igualmente sus actividades durante varias semanas después del atentado de la plaza de San Pedro en 1981 y en julio de 1982 tras una intervención quirúrgica para retirarle un adenoma que luego resultó ser benigno.
En la Navidad de 1995, problemas intestinales le apartaron en varias ocasiones de actos previstos. Luego se le diagnosticó apendicitis y fue operado en noviembre de 1996.
Los problemas de salud del Papa suelen desatar todo tipo de rumores en Italia y el mundo.
En varias ocasiones, vaticanistas y expertos en asuntos de la Santa Sede han sido movilizados a cualquier hora del día o de la noche por periodistas, cadenas de televisión extranjeras y emisoras que intentan confirmar si el Papa se está muriendo.
La semana pasada, rumores de prensa sostenían que Juan Pablo II iba a ser internado en un hospital romano debido a sus graves problemas de salud.
La oficina de prensa de la Santa Sede, que durante el pontificado de Juan Pablo II se ha caracterizado por mantener una cierta transparencia sobre esos asuntos, confirmó este miércoles que la agenda del Papa para octubre no será modificada.
El Papa, retrasará un día su regreso al Vaticano -el viernes en lugar del jueves inicialmente previsto- y debería asistir el sábado a una ceremonia en honor de los papas Pablo VI y Juan Pablo I en el palacio apostólico.
Juan Pablo II tiene programado desplazarse el 7 de octubre en helicóptero a Pompeya para orar en el santuario de la Virgen María y el 16 de octubre, junto con todos los cardenales y presidentes de conferencias episcopales, festejará un cuarto de siglo al mando de la iglesia católica.
El 19 de octubre deberá presidir también la ceremonia de beatificación de la madre Teresa de Calcuta en la plaza de San Pedro.