NACIONES UNIDAS.- El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, donó hoy la dotación económica del premio Príncipe de Asturias para el fondo mundial contra el hambre que propuso crear en su intervención ante la Asamblea General de la ONU.
Lula entregó un cheque por un monto de 55.000 dólares al Secretario General de la organización, Kofi Annan, en un breve acto en el que precisó que el dinero "es poco, frente a las necesidades", pero es "un gesto simbólico", que espera anime a otros jefes de Estado y de Gobierno a que hagan mayores contribuciones.
El Presidente brasileño dijo que el problema del hambre no afecta solo a su país, sino a muchos otros Estados, y que espera que el fondo ayude a solucionar lo que consideró "es el mayor problema de la humanidad".
También indicó que Brasil está trabajando con India y Sudáfrica para ver cómo movilizar a los Estados para que usen este fondo, tanto los industrializados como los países en desarrollo, porque "todos pueden hacer contribuciones" para ayudar a las naciones más pobres.
Annan agradeció a Lula su "formidable liderazgo" y destacó la "importancia simbólica" del gesto que hizo hoy el presidente brasileño, así como el programa que ha lanzado para combatir el hambre.
"El alivio de la pobreza está en lo alto de nuestra agenda", dijo el secretario general tras recordar que forma parte de los objetivos de desarrollo del milenio y que "no podía haber encontrado mejor socio" que Lula en la campaña contra este problema.
El jefe del Estado brasileño indicó que su país ha emprendido una iniciativa con el sector privado, en la que compañías multinacionales, entre ellas Alcoa de Estados Unidos, Banco Santander y Telefónica de España, están contribuyendo con fondos al programa contra la pobreza del gobierno.
Según miembros de su equipo, se han recaudado hasta ahora 1,6 millones de dólares.
Lula fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2003 en reconocimiento a "una trayectoria política y personal en defensa de los trabajadores y de la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la corrupción que tanto han hecho sufrir a los desheredados de su país y del mundo entero".
También se reconoció su voluntad de tender puentes de cooperación entre los países del Cono Sur con el resto de América y Europa, con propuestas como la creación de un Foro Internacional de lucha contra el hambre.
Con este galardón, dotado con 50.000 euros y una reproducción de una estatuilla diseñada por Joan Miró, Lula se convirtió en el segundo gobernante brasileño en recibir el premio, que también fue concedido al ex presidente Fernando Henrique Cardoso.