LONDRES.- El gobierno británico fue objeto de críticas al finalizar el jueves una pesquisa sobre el suicidio de un experto en armas iraquíes que, según un sondeo de opinión, ha perjudicado profundamente la confianza en el Primer Ministro Tony Blair.
La familia de David Kelly, quien se suicidó tras verse en el centro de una polémica entre el gobierno británico y la cadena BBC por un discutido informe sobre Irak, acusó al gobierno de haber utilizado a Kelly cínicamente en su batalla contra la emisora y calificó al ministro de Defensa de Gran Bretaña, Geoff Hoon, de mentiroso e hipócrita.
El juez Lord Hutton, que preside la investigación, dijo que nadie será inmune a las críticas en su informe final, que abordará las dudas sobre el caso que presentó Blair para justificar la guerra contra Irak y cuestionará el tratamiento que el gobierno dio a Kelly y el informe de la BBC.
La pesquisa sobre Kelly y el fracaso en hallar armas prohibidas en Irak, el principal motivo de Blair para enviar tropas británicas a la guerra, han sumido al Primer Ministro en la peor crisis política de su mandato.
El periódico The Guardian publicó los resultados de un sondeo que muestran que la popularidad de Blair decayó durante el verano y que el 61 por ciento de los votantes están descontentos con su gestión.
Jeremy Gompertz, consejero en la pesquisa, acusó al gobierno de tratar de exponer a Kelly como una fuente en el informe de la BBC en un intento de desacreditar la acusación de que "exageró" el caso para ir a la guerra contra Irak.
Una estrategia semejante "constituye un abuso cínico del poder, que merece la condena más fuerte posible", añadió Gompertz.
Gompertz describió la negativa del gobierno, diciendo que nunca trató de explotar a Kelly, como una hipocresía, y señaló a Hoon, que se espera que pierda su trabajo cuando concluya la investigación, por incitar las críticas.
Hoon, quien habló en la investigación sobre su interés en proteger a Kelly, apoyó firmemente los esfuerzos para exponerlo, según Gompertz. "La negativa del secretario de Estado de la estrategia del gobierno (...) es falsa".
El abogado gubernamental, Jonathan Sumption, negó las acusaciones. "El gobierno no está ni nunca ha estado involucrado en una cruzada contra la BBC. Tampoco hay ningún ministro o funcionario en esto", dijo en declaraciones que criticaron a la emisora pública.