JERUSALÉN.- El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, admitió en una entrevista publicada hoy por el periódico "Yedioth Aharanot" que si Israel no expulsa todavía al líder palestino, Yasser Arafat, de Ramallá es porque de alguna manera está forzado a tener en cuenta la opinión contraria de la Casa Blanca.
"Hay que recordar que es muy difícil prometer (a Washington) que si le detenemos no resultará herido", dijo el "halcón" israelí al rotativo de su país.
El Primer Ministro asegura que "tenemos que tener en cuenta a los estadounidenses. Podría ser que su criterio, acerca de que ello (la expulsión de Arafat) podría causar problemas en Oriente Medio sea cierta".
Según Sharon, la decisión de declarar a Arafat "expulsable" es en realidad una especie de "ruptura de la promesa" que en su momento la nación hebrea hizo a Estados Unidos de no poner en peligro la integridad física del Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Hace dos semanas, el gabinete de seguridad calificó a Arafat de "expulsable", tras dos atentados suicidas que provocaron 15 muertos israelíes.
Aunque no se mencionó una posible fecha para ejecutar la medida, rechazada por gran parte de la comunidad internacional, Sharon subrayó que la expulsión del "Rais" "depende de los acontecimientos sobre el terreno y de otras consideraciones".