QUITO.- Los movimientos sociales ecuatorianos anunciaron hoy que el próximo 7 de octubre realizarán una "gran movilización nacional" en rechazo al gobierno presidido por el coronel retirado Lucio Gutiérrez.
Luis Villacís, diputado del izquierdista Movimiento Popular Democrático e integrante del denominado Congreso de los Pueblos de Ecuador, confirmó hoy a EFE que en una reunión de esa agrupación desarrollada en Guayaquil, decidieron preparar la movilización desde el próximo lunes.
"Habrá cortes de carreteras y marchas callejeras", aseguró al tiempo de precisar que todo ello comenzará a organizarse desde el 29 de septiembre a través de asambleas, comités y otro tipo de reuniones a nivel nacional.
En las protestas participarán representantes de los trabajadores petroleros, eléctricos, de la salud, educadores, estudiantes universitarios, un grupo de indígenas, campesinos, pequeños comerciantes y servidores públicos, entre otros sectores que forman parte del Congreso de los Pueblos.
Villacís dijo que las protestas apuntan especialmente a la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, aprobada el pasado jueves por el Parlamento y que rechazan los empleados estatales por considerar que afecta a sus intereses.
Entre otras cosas, la ley regula los salarios de los burócratas y pone un límite de 30.000 dólares a las indemnizaciones que en el pasado superaban, en algunos casos, los 100.000 dólares.
Villacís indicó, además, que se protestará en contra de la anunciada entrega de la administración de las empresas eléctricas al sector privado, así como en contra de las también anunciadas concesiones en el sector petrolero.
Con la medida de fuerza también reclamarán por la propuesta de pasar a los municipios el servicio de seguridad social de los ecuatorianos, que siempre ha sido responsabilidad del estatal Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
La idea de municipalizar la seguridad social fue planteada el mes mes pasado por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
En la cita de hoy en Guayaquil, a 420 kilómetros al suroeste de Quito, se dieron cita unos 700 representantes de varios sectores sociales. EFE