LA HABANA.- El Presidente de Cuba, Fidel Castro, rechazó acusaciones de Estados Unidos de que su país incumple los acuerdos migratorios bilaterales por negarse a entregar permisos de salida a cientos de cubanos a los que Washington les otorgó residencia y trabajo.
"Ellos (EE.UU.) dicen que Cuba pone dificultades a la emigración de médicos, informáticos y otros profesionales, pero que yo sepa, en ningún momento hemos firmado un acuerdo protector del robo de cerebros", dijo Castro al clausurar un congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
En una versión difundida esta madrugada por medios oficiales, Castro afirmó que "Cuba no es una incubadora de cerebros" al ratificar la política gubernamental de limitar la salida al exterior de determinados profesionales, entre ellos médicos y técnicos informáticos atraídos por ventajas económicas.
El Departamento de Estado de EE.UU. acusó el pasado martes a Cuba de incumplimiento de los acuerdos migratorios, al anunciar que emitió más de 20.000 visados a ciudadanos cubanos durante el año pasado.
"En particular, llamamos al gobierno cubano a cesar sus prácticas discriminatorias que niegan estos permisos a doctores, profesionales de la tecnología de la información y familiares de los cubanos que han buscado la libertad en Estados Unidos", según Washington.
El gobernante de 77 años, de ellos 44 en el poder, dijo que América Latina padece lo que denunció como "un sistemático saqueo intelectual producto de los cantos de sirena y los altos salarios que se les promete desde Estados Unidos".
En su intervención al clausurar el VI Congreso de los CDR, la mayor organización de masas de la isla que sesionó este fin de semana en La Habana, también ratificó que la mayor de Las Antillas puede prescindir de la ayuda de la Unión Europea (UE).
"No necesitamos de ustedes para vivir, creadores de la pobreza, de la explotación y de la miseria", dijo Castro ante más de 5.000 personas, entre ellas más 1.200 delegados, según la versión oficial.
Tras calificar de "desvergonzada" e "hipócrita" la ayuda de la UE, a la que renunció el pasado 26 de julio, aseguró que fluctuó en un promedio de cuatro millones de dólares anuales durante el último cuatrienio.
Denunció que el bloque económico europeo vendía a Cuba mercancías por valor de 1.500 millones de dólares, mientras sólo importaba de la isla caribeña productos por 500 millones, "todos ellos -dijo- a precios desfavorables para el país".
En opinión de Castro sólo una nación como Cuba "puede cantarle las verdades a Estados Unidos y a Europa y decirles que se vayan con su mal llamada ayuda humanitaria a otra parte".
En otra parte de su intervención, el líder del único país socialista del hemisferio occidental defendió la importancia de los planes educacionales cubanos, al considerar que en el futuro ese esfuerzo se traducirá en un fortalecimiento de la economía y condiciones de vida de los más de 11 millones de cubanos.