WASHINGTON.- Una comisión del Senado de Estados Unidos aprobó el martes un proyecto de ley por 87.000 millones de dólares para Irak, sentando las bases para debatir los planes del Presidente George W. Bush sobre la reconstrucción del país y decidir si Bagdad debe cubrir parte de los costos.
Legisladores republicanos de la comisión de asignaciones del senado impulsaron el proyecto después de derrotar los intentos demócratas de hacer que Irak devolviera alrededor de 20.000 millones de dólares del paquete, recortar 10.000 millones de la ayuda y limitar la autoridad de Bush para decidir cómo se invertiría el dinero.
La Comisión aprobó el proyecto por unanimidad, pero legisladores demócratas dijeron que aunque votaron para enviarlo al pleno del Senado, es posible que no lo apoyen en la votación final.
Se espera que la Cámara de Representantes considere el proyecto en las próximas dos semanas, mientras los republicanos se esfuerzan por lograr la aprobación de la medida.
"Es urgente que aprobemos el proyecto para satisfacer un compromiso con nuestros hombres y mujeres (en Irak) para que puedan regresar a casa lo antes posible", dijo el presidente de la Comisión de Asignaciones del Senado, el republicano Ted Stevens.
Sin embargo, las amargas discusiones en la Comisión y los votos partidistas para realizar enmiendas al proyecto, prometen un duro debate en un momento en que los demócratas dicen que los 20.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak se obtendrán a expensas de necesidades nacionales y no deben ser sufragados sólo por los estadounidenses.
Los 67.000 millones de dólares del proyecto destinados a las operaciones militares en Irak y Afganistán cuentan con el apoyo de ambos partidos.
La Comisión sopesó enmiendas para hacer que Irak devuelva los 20.000 millones de dólares destinados a su reconstrucción con ganancias futuras derivadas de la venta de petróleo, mientras miembros del gobierno civil iraquí, liderado por Estados Unidos, tratan de convencer a los legisladores para que entreguen el dinero a Bagdad y así revitalizar la economía del país árabe.
El gobierno provisional iraquí se opone a que Bagdad devuelva el dinero, alegando que el país ya está cargado de deudas y semejante medida acrecentaría la noción de que Washington sólo está detrás del control del petróleo de Irak.