LONDRES.- El Gobierno británico volvió a defender hoy la guerra de Irak, pese al informe provisional estadounidense presentado ayer jueves en el que los expertos señalan que no se han encontrado armas de destrucción masiva del régimen de Saddam Hussein.
"El hecho de que hasta ahora no se hayan encontrado esas armas no significa que no las haya", aseguró en una entrevista con la BBC el ministro de Exterior británico, Jack Straw.
Sin embargo, los oponentes a la acción bélica argumentan que el informe es una prueba de que la invasión estuvo injustificada, y el ex inspector jefe de armas de la ONU, Hans Blix, afirmó en declaraciones a la BBC que Estados Unidos sigue sin tener pruebas suficientes que avalen la necesidad de la operación militar.
En opinión de Straw, el material hallado por el Grupo de Estudio sobre Irak (ISG, por sus siglas en inglés), dirigido por el estadounidense David Kay, demuestra que la acción militar de Estados Unidos y Gran Bretaña fue "justificada y esencial".
El ministro añadió que el informe proporciona "evidencia ampliamente concluyente e incontrovertible" acerca de que Saddam no cumplía las regulaciones de Naciones Unidas y "confirma cuán peligroso y falaz era el régimen".
Sin embargo, el predecesor de Straw en el cargo, el también laborista Robin Cook, que renunció al gabinete en protesta por el envío de tropas británicas, opinó diferente. "Siempre supimos que Saddam tenía ambiciones y pretensiones militares. Pero ahora sabemos que falló nuestra estrategia de contención".
Cook defendió en su momento la presencia de los inspectores de armas encabezados por Blix para que se probara la existencia de los programas de armas de destrucción masiva.
El informe no demuestra que Irak constituyera una "grave amenaza", aseguró hoy Blix a la BBC. Por eso, la intervención armada se produjo en violación de la Carta de la ONU, que autoriza estas operaciones sólo en caso "de autodefensa después de ser atacado".
"Hoy se argumenta que estos criterios deben ser ampliados en una época de armas biológicas y de destrucción masiva, y que no se puede permanecer sentado y esperar hasta que las armas sean desarrolladas y se produzca un ataque", explicó Blix.
Y agregó: "Muy bien, si se comienza con esta discusión, también hay que establecer entonces nuevos criterios: ¿Cuándo sería realmente aceptable un ataque preventivo?".
Al ser interrogado acerca de la posibilidad de que Irak hubiese continuado hasta tener armas de destrucción masiva, Blix respondió que el Consejo de Seguridad no tenía intenciones de permitir al país seguir por ese camino.
El Partido Conservador, que apoyó a Blair a la hora de enviar las tropas, pidió pese a ello una investigación judicial acerca de los motivos que llevaron a la guerra.
El informe del ISG muestra que Saddam quería desarrollar armas de destrucción masiva, pero se exageró la amenaza que implicaba para Gran Bretaña, indicó el portavoz de Defensa del partido.
El Primer Ministro Tony Blair ha sido fuertemente atacado en sus propias filas laboristas por su decisión de ir a la guerra, y los índices de apoyo a su gestión han caído en picado en recientes encuestas sobre el tema.