LA PAZ.- Cultivadores de hoja de coca de Bolivia decidieron sumarse a los bloqueos de carreteras que realizan otros campesinos, en un vuelta de tuerca de las masivas protestas por el proyecto del Gobierno de exportación de gas a México y Estados Unidos.
Los cocaleros de Cochabamba, en el centro del país, anunciaron que a partir del próximo lunes interrumpirán las carreteras que comunican esa ciudad con Santa Cruz de la Sierra, el tradicional camino al océano Pacífico de las exportaciones del oriente boliviano.
Dionisio Núñez, diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) y dirigente de los cocaleros de Yungas, la zona tropical del departamento de La Paz, dijo que el principal reclamo "es la defensa del gas natural, para que el patrimonio nacional se industrialice en beneficio del pueblo, antes de pensar en su venta al exterior".
Sostuvo que los hidrocarburos bolivianos fueron cedidos a empresas trasnacionales por un decreto presidencial, en agosto de 1997, con ventajas ilegales y contra el cual su movimiento político ha presentado un recurso que está en marcha en el Tribunal Constitucional.
Bolivia, con las reservas de gas más importantes de Sudamérica detrás de Venezuela, intenta concretar un plan de exportación del fluido a Estados Unidos y México, para el que requiere un puerto marítimo en Chile o Perú.
Aunque Núñez no señaló las carreteras que los cocaleros bloquearán a partir del lunes, dijo que también se interrumpirá el tránsito en caminos del Chapare, en el trópico cochabambino y donde cualquier producción de hoja de coca es considerado ilegal por la legislación boliviana.
Esta normativa obliga a efectivos policiales y militares a erradicar las plantas de coca, lo cual genera enfrentamientos constantes con los cultivadores.
La decisión de los cocaleros de sumarse a los bloqueos de carreteras fue anunciada ayer jueves junto a media docena de organizaciones que reconocen a una de las dos fracciones de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia, que lidera el dirigente quechua Román Loayza.
Loayza afirmó que las movilizaciones buscan también solidarizar "con los hermanos masacrados de la localidad de Warisata", a 100 kilómetros al norte de La Paz, donde el pasado 20 de septiembre murieron cuatro civiles, entre ellos una niña de trece años, y un soldado, en un fuego cruzado entre agricultores y fuerzas del orden.
Dijo que el grupo que lidera exige a las autoridades una indemnización para las familias de las víctimas y la libertad de los detenidos desde que a mediados de septiembre comenzaron los cierres de caminos en el altiplano de La Paz.