ESTOCOLMO.- Los estudios de los agujeros negros y la radiación cósmica de las microondas, así como la búsqueda para tratar de llegar al momento después de la creación del universo fueron dos de los campos preferidos el viernes para alcanzar la gloria de los premios Nobel de Ciencias 2003.
Los expertos en Nobel dijeron que el campo era bien abierto y las especulaciones estaban en niveles intensos antes del anuncio de los premios la próxima semana.
"Es como estar en la bolsa; siempre hay rumores", dijo Phil Schewe, del Instituto estadounidense de Física.
El Instituto Karolinska de Estocolmo anunciará el premio de Medicina el lunes, mientras que la Academia Real Sueca de Ciencias presentará el premio de Física el martes y el de Química el miércoles.
En física, los principales nombres que resuenan son los estadounidenses George Smoot y John Mather, por estudiar las perturbaciones de la radiación cósmica de las microondas, para observar los primeros segundos después del Big Bang, teoría que explica el nacimiento del Universo.
El ruso Andrei Linde y Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachussetts, podrían estar en la competencia por el desarrollo de la llamada teoría de la inflación, que explica los primeros momentos de existencia del universo y su rápida expansión.
Sumio Iijima, Cees Dekker, Phaedon Avouris y Charles M. Lieber son admirados por su trabajo en los nanotubos de carbón, delgadas hojas de grafito enrollado que pueden manejar corrientes eléctricas 100 veces más altas que los cables de metal y que podrían disminuir radicalmente el tamaño de los aparatos electrónicos.
Stephen Hawking, de la Universidad de Cambridge, está en la carrera por su trabajo sobre los agujeros negros. "Un miembro del comité de Nobel me dijo que Hawking es el nombre más grande desde Einstein", dijo Karin Bojs, editor de ciencias del diario sueco Dagens Nyheter.
Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa están considerados por su trabajo en la Violación CP, una teoría que explica la relación de la materia y la antimateria y la estructura del universo.
En química, los pioneros en trazar el mapa del código genético humano están bajo los reflectores, con Craig Venter, de Celera Genomics, Francis Collins, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos, y Larry Kricka de la Universidad de Pennsylvania.