CIUDAD DEL VATICANO.-El Papa recibió hoy en el Vaticano al primado de la Iglesia Anglicana, el arzobispo de Canterbury Rowan Douglas Williams, ante quien abogó por continuar el diálogo que lleve a la unidad de los cristianos.
Se trata del primer encuentro entre ambos líderes religiosos, ya que Williams ha asumido recientemente el arzobispado y hoy los dos continuaron con los contactos emprendidos hace ya varias décadas por Pablo VI y Michael Ramsey, tras cuatro siglos de separación de sus respectivas Iglesias.
A ese largo período aludió hoy Juan Pablo II en su discurso, en el que mostró su deseo de que las reuniones de los últimos tiempos sean expresión del objetivo de la "comunión plena" entre ambas creencias.
Reconoció los progresos alcanzados en el ecumenismo pero advirtió de las "serias dificultades que existen en el camino de la unidad, que no son sólo de naturaleza disciplinaria, ya que algunas afectan a temas esenciales en fe y moral".
Por eso el Pontífice subrayó la importancia de "escuchar la voz de Cristo tal como nos llega del Evangelio", en especial en una coyuntura de "creciente secularización del mundo actual", en la que la Iglesia "debe garantizar que el depósito de fe es proclamado en su integridad y preservado de erróneas interpretaciones".
El diálogo de católicos y anglicanos requiere "paciencia y perseverancia", según dijo Juan Pablo II, quien planteó la conveniencia de "perseverar en el trabajo" ya realizado por la Comisión Internacional Anglicana-Católica Romana, porque "el mundo necesita el testimonio de nuestra unidad".
Rowan Douglas Williams se convirtió en julio pasado en arzobispo de Canterbury y en el 104 primado de la Iglesia Anglicana, que cuenta con setenta millones de fieles en 160 países.
Williams regaló a Juan Pablo II un libro sobre la historia de la Iglesia Anglicana y una cruz y éste respondió con otra cruz, la medalla de su Pontificado y una escultura que representa "La última cena".
