MIAMI.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, está comprometido a ver la desaparición del régimen comunista de Cuba y mantendrá el embargo económico como una "herramienta" para conseguir ese objetivo, dijo hoy en Miami una fuente oficial.
"El Presidente está comprometido a ver el fin del régimen de (Fidel) Castro y el desmantelamiento del aparato que lo ha mantenido en el poder", manifestó el secretario de estado adjunto para Asuntos Interamericanos, Roger Noriega.
El funcionario se refirió a la política de Estados Unidos hacia Cuba en un seminario organizado por el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami.
Noriega aseveró que el Gobierno apunta a esa meta porque Bush desea que EE.UU. ayude a llevar la democracia a Cuba y para ello trabajará con la comunidad internacional a fin de que se sume a la labor de ayudar a los cubanos a poner fin "a la dictadura".
"Francamente, queremos que más gobiernos latinoamericanos hablen de democracia en Cuba y en contra de la represión. Queremos que hablen de manera más clara", manifestó.
El responsable de la política estadounidense en el continente americano también defendió el embargo económico impuesto a Cuba en octubre de 1960, al decir que ha impedido a Castro seguir exportando su revolución al resto de Latinoamérica.
"Porque no tiene recursos", precisó Noriega, quien habló ante un auditorio a favor de mantener las restricciones a la isla caribeña, mientras que en el mismo hotel, otros grupos cubano-americanos abogaban por levantar las sanciones.
Otro de los beneficios que ha generado el embargo, agregó, es que ha obligado a Castro a permitir cambios económicos en la isla.
Noriega calificó el embargo como "una herramienta de nuestra política y no vamos a renunciar a ella".
"En vez de hacer concesiones unilaterales a un dictador que está respirando su último aliento, vamos a reservar esa herramienta para asegurarnos que sean los cubanos y no los amigos de Castro, quienes estén al frente del timón de Cuba", afirmó.
Reiteró que "no queremos hacer cambios en la política en esta hora tan crítica, ni apoyar a la dictadura. No vamos a hacer concesiones unilaterales, eso es una mala idea".
Se refirió también a las restricciones a los viajes a Cuba, al decir que "en vez de dar 1.000 millones de dólares en dinero adicional generado por los turistas estadounidenses, vamos a ahorrarlos para el día que puedan ser dados a los cubanos y no a sus carceleros".
Noriega reiteró que el turismo en la isla caribeña no promueve los intereses del pueblo y tampoco la transición política que quieren los cubanos.
En varias ocasiones, el discurso de Noriega fue interrumpido por los aplausos de los cubano-americanos asistentes al seminario y que lo ovacionaron de pie al concluir sus palabras.
Tras su exposición, el funcionario ofreció una conferencia de prensa en la que reiteró que el presidente Bush vetará medidas que permitan levantar o relajar las sanciones al régimen castrista.
El Senado de Estados Unidos emitirá próximamente su voto sobre el levantamiento de las restricciones a los viajes a Cuba, asunto por el que se pronunció a favor la Cámara de Representantes hace tres semanas.