BUENOS AIRES.- Una encuesta difundida hoy en Argentina dice que casi el 75% de los ciudadanos de ese país está optimista y cree que la situación de la nación va a mejorar en el futuro cercano. También se mantiene alto el nivel de aceptación que logra el Presidente Néstor Kirchner.
El sondeo de la encuestadora privada Consultora Equis dirigida por el sociólogo Artemio López, fue realizado sobre 5.683 encuestados de todas las regiones del país, de los cuales 74,4% respondió que es optimista y el 25,6% dijo que no es optimista.
Pese a que los encuestados dicen que todavía no se perciben mejoras en la tasa de empleo o una baja en la pobreza, que afecta a un 60% de la población, el nivel de optimismo se mantiene en los mismos porcentajes que los que se registraban cuando Kirchner asumió el 25 de mayo.
Además, la consulta dice que el optimismo de los argentinos duplica el que se registraba en lo mejores momentos del gobierno del ex Presidente Fernando de la Rúa (1999-2001) y quintuplica el que sentían en el momento óptimo del gobierno de Eduardo Duhalde (2002-mayo 2003).
Pese a que el Mandatario es oriundo de la patagónica Santa Cruz (sur), el mayor optimismo se registró en el noreste de Argentina, la zonas más pobres del país, donde un 84,5% de las personas considera que la situación va a mejorar.
También en el noroeste las expectativas son altas y hay un 82,5% de optimistas, seguido por la Patagonia con 78,7%.
Detrás se ubican los habitantes de la Capital Federal y su poblada periferia, donde el 74,7% se siente optimista, y Cuyo (oeste) con 71,5%.
Los más pesimistas viven en la región pampeana, que abarca las provincias de Córdoba, La Pampa, Santa Fe y el interior de la Provincia de Buenos Aires donde de todos modos siete de cada 10 personas creen que el país está bien encaminado (68,3%).
Según el sondeo, el 70% de los argentinos sigue opinando positivamente de Kirchner, ya que sólo perdió 10% de su imagen positiva desde el 25 de mayo.
Entre lo que los argentinos destacan del Mandatario figura su estilo de gobierno, que incluye contacto habitual con la gente, las rupturas de protocolo y la austeridad, combinado con actividad y la forma de afrontar los problemas locales e internacionales.
El tema que menos entusiasma es la falta de resultados visibles en la reducción de la pobreza y del desempleo (15,6%), terreno en el que sólo tres de cada 10 personas cree que la situación mejoró en estos meses de gobierno y el 50% cree que no hubo evolución.
