ESTOCOLMO.- El ruso-estadounidense Alexei Abrikosov, el ruso Vitalij Ginzburg y el británico Anthony Leggett fueron distinguidos hoy con el Premio Nobel de Física 2003 por sus trabajos sobre la superconductividad y la superfluidez, fenómenos de la física cuántica que prometen materiales con propiedades totalmente nuevas.
Los superconductores son ya utilizados en las imágenes por resonancia magnética en medicina, y, en física, por los aceleradores de partículas. Por su parte, los conocimientos de los líquidos superfluidos "nos ayudan a conocer mejor el comportamiento de la materia en sus más bajos y más ordenados estados energéticos", dijo el anuncio de la Real Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo.
Alexei A. Abrikosov nació hace 75 años en Moscú, y es ciudadano ruso y estadounidense. Obtuvo su doctorado en física en 1951 en el Instituto de Física de Moscú y trabaja actualmente en el Laboratorio Nacional en Argonne, Illinois (Estados Unidos).
Vitaly L. Ginzburg nació en 1916 en Moscú y es ciudadano ruso. Obtuvo el doctorado en física en la Universidad de Moscú en 1940. Fue jefe del Grupo de Teoría del Instituto de Física P.N. Lebedev en Moscú.
Anthony J. Leggett, nacido en 1938 en Londres, es ciudadano británico y estadounidense. Obtuvo el doctorado en física en la Universidad de Oxford en 1964. Es actualmente profesor en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign.
La mayor distinción en física está dotada este año con un premio en dinero de diez millones de coronas suecas (1,3 millones de dólares), que se compartirá entre los tres laureados, y será entregada en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario del fallecimiento del creador del premio, Alfred Nobel (1833-1896).
El año pasado, el Premio Nobel de Física fue concedido a los estadounidenses Raymond Davis Jr. y Riccardo Giacconi, y al japonés Masatoshi Koshiba, por contribuciones pioneras en astrofísica que condujeron al descubrimiento de fuentes cósmicas de rayos X.
Mañana miércoles serán anunciados los Premios Nobel de Química y de Economía.
El Premio Nobel de Química fue concedido el año pasado a los estadounidenses John B. Fenn y Kurt Wüthrich, y al japonés Koichi Tanaka, por el desarrollo de métodos de identificación y análisis estructurales de macromoléculas biológicas.