POMPEYA.- La oración por la paz que efectuó hoy el Papa Juan Pablo II en su visita a la ciudad de Pompeya, en Italia, alimentó las especulaciones que se escuchan en Italia y en el mundo, según las cuales el Pontífice podría ser galardonado este año con el Premio Nobel de la Paz, que se dará a conocer el 10 de octubre próximo.
Pese a encontrarse gravemente enfermo, Juan Pablo II viajó hoy al santuario mariano de Pompeya, en el sur de Italia, para rezar ante la Virgen del Rosario y emitir un mensaje por la paz, con duras palabras para "los conflictos y dramas en los cinco continentes".
"Este milenio fue sacudido por guerras y en muchos lugares del mundo fue atravesado por un rastro de sangre", se quejó ante unos 30.000 fieles que vitorearon al Sumo Pontífice, de 83 años, cuando llegó al santuario, al pie del Vesubio, en un automóvil descapotable. Previamente, se había trasladado del Vaticano a Pompeya a bordo de un helicóptero.
La segunda visita del Papa a Pompeya, su viaje número 143 dentro de Italia y el último programado para este año, tuvo una duración de sólo dos horas.
Pompeya no sólo es conocida por sus ruinas romanas, sino también como santuario mariano, al que millones de peregrinos llegan cada año en procesión para venerar a la Virgen del Rosario.
El Papa, de 83 años, sufre de Parkinson y ya no puede caminar ni hablar con fluidez. Durante la visita sonrió y pareció estar de bastante buena forma, apenas dos días después de las beatificaciones en Roma. Leyó con voz clara el discurso, de alrededor de un cuarto de hora de duración.
"¡Gracias Pompeya! Recen por mí hoy y siempre", pidió a los creyentes, antes de bendecirlos.
En su último viaje al exterior a Eslovaquia, en septiembre, no pudo finalizar varios de sus discursos. Después tuvo que suspender una audiencia general en el Vaticano a causa de problemas intestinales.
Altos miembros del clero habían expresado preocupación por el estado de salud del Papa. El cardenal vienés Christoph Schoenborn afirmó incluso que el Sumo Pontífice se estaba acercando "a los últimos días y meses de su vida".
En su mensaje, el Papa llamó en Pompeya a todos los cristianos a ser "constructores y testigos de la paz en colaboración con las personas de buena voluntad". Junto a los fieles, pidió por la paz y rezó el rosario.
El santuario, que se encuentra junto a las ruinas romanas, está dedicado a la "Virgen del Rosario".
Con su viaje, el Sumo Pontífice quiso manifestar su profunda devoción por la Virgen María. En su vehículo hay una gran M de María, la madre de Jesús. Su lema, "Totus tuus" (Todo tuyo) está dedicado a María, a la que ha atribuido más de una vez el que haya sobrevivido al atentado del 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro de Roma.
El viaje a Pompeya se produce pocos días antes de los agotadores festejos por el 25 aniversario en el pontificado del Papa, el 16 de octubre, para las cuales son esperadas cientos de miles de fieles.
El 19 de octubre será la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta. Dos días después Juan Pablo II nombrará a nuevos cardenales, que podrán participar en la elección del nuevo Papa.
Karol Wojtyla, quien fue nombrado Papa el 16 de octubre de 1978, es líder religioso de más de mil millones de católicos en todo el mundo.