BAGDAD.- Una mañana sangrienta se vivió hoy en Bagdad, donde un kamikaze se inmoló frente a una estación de policía causando la muerte de otras nueve personas, mientras que un diplomático español fue asesinado en una emboscada.
Al menos 9 personas murieron hoy por la explosión de un coche-bomba en una estación de policía en Bagdad, informó un portavoz de la policía iraquí.
El vocero policial, Anwar Abdul Rahim, y el capitán del ejército estadounidense, Sean Kirley, confirmaron que el ataque contra la estación de policía fue cometido con un coche-bomba que conducía un kamikaze.
’’Encontramos la cabeza del kamikaze. La explosión la arrancó de su cuerpo. Tenía barba y su cuerpo estaba carbonizado’’, precisó el portavoz.
’’Estábamos frente a la estación de policía, un automóvil se acercó y se estrelló contra otro auto y se produjo la fuerte explosión’’, agregó el policía, que fue internado en un hospital.
La estación de policía se encuentra en el barrio chiíta de Sadr City, en la zona nororiental de la capital iraquí.
El vocero militar dijo que entre los muertos hay tres policías, que las demás víctimas fatales son civiles, y que la explosión causó, además, 12 heridos.
Por otro lado, el agregado de información de la embajada española en Bagdad, el militar José Antonio Bernal Gómez, fue asesinado hoy de varios disparos por un grupo de desconocidos en la capital de Irak, cerca de su domicilio, informó en Madrid la Oficina de Información Diplomática (OID).
Bernal ’’falleció a causa de dos disparos efectuados por un grupo de personas que se desplazaron a primera hora de esta mañana a su residencia, en las afueras de la capital iraquí’’, informó un comunicado de la OID.
Según fuentes citadas por la Cadena Ser, un hombre con aspecto de clérigo llamó a la puerta de la casa de Bernal Gómez quien, tras ser empujado hacia el interior de su domicilio, huyó a la calle, donde tras correr unos 30 metros fue abatido por varios hombres que se encontraban en un vehículo de matrícula extranjera.
La casa de Bernal estaba protegida por un policía iraquí, que había abandonado el lugar una hora antes del asesinato.
Sargento primero del Ejército del Aire, Bernal, casado y con una hija, era agregado de Información dependiente del Centro Nacional de Inteligencia y desempeñaba sus funciones en la Embajada española en Bagdad desde hacía dos años.
Se trata del segundo militar español muerto en Bagdad después del capitán de navío Manuel Martín-Oar Fernandez, quien falleció el 20 de agosto en el atentado cometido contra la sede de las Naciones Unidas.