La Paz.- El Gobierno de Bolivia lanzó hoy un Decreto Supremo, en el que establece que no se venderá gas natural al exterior hasta que no se consulte con la población y los sectores sociales, que se manifiestan en el país desde hace un mes en contra de ese proyecto, con un balance de al menos de 14 muertos.
En una conferencia de prensa convocada de urgencia a la 01.00 hora local (05.00 GMT), el presidente presentó en la residencia presidencial de La Paz el Decreto Supremo 27210, el cual "determina que no se exportará a nuevos mercados mientras no se realicen consultas y debates sobre este recurso".
Para ello, indica que debe ponerse en marcha "de forma inmediata un proceso de diálogo entre los bolivianos y con las organizaciones de la sociedad civil", que deberá concluir antes del 31 de diciembre.
La negativa de los sindicatos y organizaciones sociales a la posible venta del gas ha generado una convulsión social, que desembocó este fin de semana en una escalada de violencia en la localidad de El Alto, vecina de la sede de Gobierno, con el resultado de al menos siete muertos.
La nota ratifica además que no existe "compromiso, acuerdo ni decisión alguna respecto a la exportación" de gas natural al mercado internacional, donde Estados Unidos y México se perfilan como potenciales compradores.
Sánchez de Lozada anunció el envío del decreto a las instituciones más representativas de El Alto, como la Central Obrera Regional, la Federación de Juntas Vecinales, el sindicato gremial y el órgano que aglutina a los empresarios privados, a quienes solicitó un cuarto intermedio en sus medidas.
Respecto al contenido de la ley, el portavoz presidencial, Mauricio Antezana, indicó, no obstante, que entre las posibles consultas que se estudiarán con los sectores en conflicto no se encuentra la figura del referéndum, al no estar contemplado en la Constitución.
La población alteña inició el miércoles pasado un paro cívico indefinido con marchas y bloqueos de carreteras que ocasionó dos víctimas mortales el jueves, dos el sábado, y al menos cinco el domingo, según fuentes oficiales.
Sin embargo, los medios de comunicación locales anunciaron, citando a fuentes hospitalarias y testimonios, que el número de muertos registrados ayer ascendería a unos 26, con lo que se elevarían a 35 los fallecidos desde el inicio de las hostilidades en el país.
La convulsión social en Bolivia se originó en la zona norte del departamento paceño, cuando campesinos interrumpieron las vías terrestres que rodean el lago Titicaca en la ruta hacia Perú.
El día 20 de septiembre se produjeron los primeros cinco fallecidos con motivo de un choque entre agricultores y fuerzas del orden en el pueblo de Warisata.
Por este suceso, varios grupos sociales y sindicales de otras regiones comenzaron a movilizarse en solidaridad con esta zona y bajo una consigna común, la negativa a la exportación de gas, a la cual se unió luego la renuncia del actual gobernante.
Las zonas donde han tenido mayor seguimiento los movimientos de apoyo son La Paz y El Alto, localidad donde se han registrado las protestas más virulentas.
Esta última población, donde continúa el despliegue militar ordenado el sábado por las autoridades, se encuentra en un estado de convulsión absoluta con constantes confrontaciones de los uniformados contra los manifestantes.
El Gobierno espera que la decisión adoptada hoy permita el inicio del diálogo a los sectores afectados, que deben responder a una invitación del Ejecutivo de entablar conversaciones a partir de las 15.00 hora local (19.00 GMT).