LA PAZ.- Una huelga del transporte público comenzaba a paralizar hoy las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto en una nueva jornada de protestas que en los últimos tres días dejaron más de 30 muertos y un centenar de heridos en El Alto, según fuentes hospitalarias.
Las protestas, que llevan más de tres semanas, son en reclamo de la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y contra la exportación de gas natural en condiciones desventajosas para el país.
Un fuerte dispositivo policial intentaba impedir con bombardas de gases lacrimógenos que manifestantes levanten barricadas y apedreen a los pocos vehículos privados que circulan por el centro de La Paz y barrios urbanos marginales.
La banca privada y los comercios habían cerrado sus puertas en previsión ante eventuales actos de violencia, como los que en los últimos tres días asolaron a El Alto, 12 km al oeste de La Paz, que dejaron más de 30 muertos y un centenar de heridos, según fuentes hospitalarias.
Las protestas continuaban a pesar de que Sánchez de Lozada anunció la madrugada del lunes que el gobierno no exportará gas natural a nuevos mercados mientras no se realicen consultas y debates sobre el energético con la sociedad civil hasta el próximo 31 de diciembre.
"No se exportará gas natural a nuevos mercados, mientras no se realicen consultas y debates sobre este recurso, debiendo implementarse para el efecto de forma inmediata un proceso de diálogo entre los bolivianos y con las organizaciones de la sociedad civil, consultas y debates que deberán concluir hasta el 31 de diciembre de 2003", según un decreto supremo expedido por el gobierno boliviano.
Los sindicatos reclaman la realización de un referéndum o una asamblea constituyente, figuras no contempladas en la Constitución para decidir el negocio.