LA PAZ.- El presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada está reunido de emergencia con sus ministros y el alto mando militar analizando la grave situación política y social que impera en el país, y "no piensa renunciar", dijo el ministro de Hacienda, Javier Comboni.
Pese a la ruptura del vicepresidente Carlos Mesa con el gobierno y a que la Nueva Fuerza republicana (NFR) retiró a sus tres ministros del gabinete, "el presidente cuenta con el respaldo de sus ministros", manifestó Comboni.
Las Fuerzas Armadas y la Policía se mantenían en tanto leales al mandatario, que "no piensa renunciar", según Comboni.
El gobierno de Sánchez de Lozada, que asumió en agosto de 2002 para un período de cinco años, cuenta todavía con el respaldo del socialdemócrata Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), cuya dirigencia también sostenía una reunión de urgencia analizando la cruda situación, y de su propio partido, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Acosado por una grave crisis social localizada en La Paz y El Alto, con un saldo de al menos 41 muertos en casi un mes de conflicto, Sánchez de Lozada afronta reiterados pedidos de renuncia de parte de sindicatos y del principal partido de oposición, el Movimiento Al Socialismo (MAS), del líder cocalero Evo Morales.
Las protestas se habían extendido también a la central ciudad de Cochabamba, donde sectores civiles se enfrentan en estos momentos con piedras y palos a la policía.
La actividad en La Paz, sede del gobierno boliviano, estaba totalmente paralizada por un paro del transporte y era escenario de fuerte represión policial a espontáneos manifestantes que piden la cabeza del jefe de Estado.