BRASILIA.- Rebeldes del Sendero Luminoso, que están lanzando ataques tras algunos años de silencio, "cobran impuestos" a la tala ilegal y al contrabando de droga en la frontera con Brasil para recaudar fondos, dijo un funcionario de la policía brasileña.
Miembros del grupo maoísta también cruzaron la aislada frontera y entraron en poblados de la jungla brasileña para obtener víveres y mujeres, dijo Mauro Sposito, jefe de la sección anti-drogas de la Policía Federal en el Amazonas.
En los últimos meses, Sendero ha realizado nuevos ataques e incursiones. El gobierno peruano dijo este mes que estaba formando un batallón especial para combatirlo.
Sposito dijo que Brasil estaba preocupado porque los insurgentes se estaban aprovechando que Perú no controla el área de la Amazonia peruana que limita con Brasil. Según el oficial, al menos 60 guerrilleros de Sendero Luminoso están actuando en la región. "Hay un problema muy serio con las talas", dijo Sposito desde Tabatinga, una ciudad del Amazonas fronteriza con Perú.
Madereros peruanos pagan a brasileños pobres para que corten árboles tropicales protegidos. La madera es trasladada a Perú, donde Sendero Luminoso cobra a taladores a cambio del acceso libre al mercado. El cobro ayuda a financiar las actividades de la guerrilla, aseguró Sposito. La guerrilla también cobra por permitir el comercio de drogas.
Más hacia el norte, en la frontera entre la Amazonia brasileña con Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están entrando a Brasil para obtener víveres y ayudar a la entrada de cocaína desde Colombia.
El Ejército y la Policía de Brasil han abierto nuevos puntos de control a lo largo de la extensa frontera amazónica para combatir las diversas amenazas en esa región.