VIENA.- Representantes de alto nivel de Serbia y de los albaneses de Kosovo se reunieron hoy en Viena, por primera vez desde la guerra en esta sureña provincia serbia, en 1999.
Bajo los auspicios de la Unión Europea, ambas partes intentarán resolver problemas relacionados con los refugiados, las personas desaparecidas, el suministro de energía y la infraestructura de transporte. Está previsto que las negociaciones duren varios meses.
Las conversaciones no incluyen la cuestión, políticamente decisiva, del futuro estatuto jurídico de Kosovo, habitado en un 90 por ciento por albaneses étnicos. Éstos insisten en reclamar la independencia de la provincia, pero el gobierno central de Belgrado rechaza de plano esta posibilidad, invocando derechos históricos.
Algunos destacados políticos albanokosovares, como el Primer Ministro Bajram Rexhepi, se negaron a participar en las negociaciones en Viena. También el Parlamento de Kosovo, dominado por los albaneses, había declarado su negativa a asistir.
Por el contrario, el Presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, constitucionalmente poco influyente, sí acudió a Viena. La parte serbia está representada por el Primer Ministro Zoran Zivkovic.
