WASHINGTON.- Estados Unidos reiteró hoy su apoyo al gobierno del presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y su oposición a cualquier intento antidemocrático de toma del poder, ante los disturbios de los últimos días en el país andino.
El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, indicó hoy a la prensa que la embajada de EE.UU. en La Paz sigue la situación muy de cerca, tras las revueltas del domingo y el lunes pasado.
El Departamento de Estado norteamericano emitió ayer martes una recomendación a sus ciudadanos para que eviten desplazarse a La Paz y a la zona de El Alto, donde ocurrieron los principales incidentes, así como el transporte por tierra al noroeste de Bolivia.
"Reiteramos nuestro apoyo al gobierno democráticamente elegido y nuestro rechazo a la violencia", afirmó Boucher.
Las protestas que tienen lugar en Bolivia desde mediados de septiembre se extendieron hoy a las ciudades del oeste del país, donde hubo dos muertos en enfrentamientos, y a Cochabamba, a unos 250 kilómetros al sudeste de La Paz, mientras el gobierno reiteró su oferta de diálogo.
Con estas nuevas víctimas la crisis social, agravada durante la última semana, cuando se extendió del altiplano andino a las ciudades de La Paz y El Alto, ha dejado hasta ahora al menos 76 muertos, según distintas fuentes.
Las protestas que en principio eran contra la exportación de gas al extranjero derivaron después en exigencias de renuncia del presidente Sánchez de Lozada.
La ex defensora del Pueblo de Bolivia Ana María Romero organizó hoy un grupo de seis personas en huelga de hambre para impulsar el pedido de renuncia del presidente, planteado por varias organizaciones sociales y sindicatos.