CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II celebró hoy su 25° aniversario al frente de la Iglesia Católica, con su cuerpo debilitado por la edad y las dolencias, pero su mente firme en su misión.
El Pontífice, de 83 años, recibió una bienvenida de héroe al llegar en su trono sobre ruedas al gran salón de audiencias del Vaticano, donde una multitud de cardenales y peregrinos lo esperaba para iniciar las festividades.
Con su cabeza inclinada a un lado, Juan Pablo II saludó a los fieles, que agitaban banderas. Los asistentes se levantaron al ver al Pontífice, que ha revolucionado su cargo y llevado su mensaje más allá de los confines del pequeño estado del Vaticano.
"Estoy convencido de que él es uno de los papas más grandes de la historia", dijo el cardenal de Sao Paulo, Claudio Hummes.
El Papa invitó a todos sus cardenales, los llamados "príncipes de la iglesia", a una semana llena de celebraciones.
Durante la ceremonia matutina, el Pontífice firmó el documento de 192 páginas que escribió sobre el papel de los obispos.
Este dice que el mundo parece están envuelto en una "guerra de los poderosos contra los débiles" y condena el fundamentalismo religioso.
"En muchas áreas el mundo parece un barril de pólvora a punto de explotar y arrojar inmenso sufrimiento a la familia humana", escribió en el documento, una categórica acusación a las naciones ricas.
También reafirmó la condición de celibato para los sacerdotes.
El principal acto del jueves es una misa al aire libre al anochecer, más o menos a la hora en que apareció por primera vez ante el mundo tras su sorprendente elección el 16 de octubre de 1978 como el primer Pontífice no italiano en 455 años.
Pero las celebraciones se han visto ensombrecidas por preocupaciones sobre la frágil salud del Papa, que aparentemente ha sufrido un drástico desmejoramiento en las últimas semanas.
Juan Pablo II sufre de la enfermedad de Parkinson, ya no puede caminar y tiene dificultades en el habla. El jueves no pudo pronunciar con claridad, y en lo que se ha convertido en algo rutinario, un arzobispo leyó la mayor parte del discurso, para que el anciano pontífice pudiera conservar su fuerza.
Muchos cardenales han declinado hablar sobre la salud del Papa e insisten en que su pontificado, que ya es el cuarto más largo en los 2.000 años de historia de la iglesia, todavía está activo.
Elogios desde el exterior
De todo el mundo llegaron mensajes de felicitación, incluso de Rusia, uno de los pocos países que no ha dado permiso para una visita de Juan Pablo II.
"La comunidad internacional valora altamente su trabajo constante por la paz, la justicia y los valores humanos", dijo el presidente ruso Vladimir Putin en un telegrama al Papa.
Pero las actitudes en otras partes eran más moderadas.
Muchos católicos, especialmente del mundo desarrollado, no comparten los puntos de vista de línea dura del Papa contra los anticonceptivos, el aborto, el matrimonio de sacerdotes y la ordenación de mujeres. Algunos incluso lo acusan de ser demasiado autoritario e intransigente.
Sin embargo, todos coinciden en que ha sido una gran figura internacional que ha hecho campañas por la paz, trabajado sin descanso por la reconciliación de los cristianos y judíos y que fue clave en la caída del comunismo.
"Mujeres y hombres te escuchan y confían en ti, desde las mayores metrópolis hasta los poblados más pequeños", dijo el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi en un discurso difundido en todas las estaciones de televisión italianas.
Las celebraciones por el aniversario continuarán el viernes con un concierto y un espectáculo de fuegos artificiales. El domingo, el Papa beatificará a la Madre Teresa de Calcuta, una mujer muy admirada por él, quien la considerada un modelo para la humanidad.
Las festividades alcanzarán su clímax el 21 de octubre cuando el Papa eleve a 31 prelados al Colegio de Cardenales, la entidad que elegirá a su sucesor.