LA PAZ.- El líder del partido boliviano NFR, Manfred Reyes Villa anunció este viernes la ruptura de su alianza con el gobierno y se sumó al pedido civil de renuncia del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
El jefe de la Nueva Fuerza Revolucionaria se reunió con el Mandatario para decirle que la coalición "no va más, y le dije que la única salida era una salida concertada, una sucesión constitucional. No le veo otra salida".
Reyes Villa confirmó que la ruptura implica además la confirmación del retiro de tres de sus ministros que a principio del conflicto se replegaron por unos días de sus funciones a la espera de la llegada de Reyes Villa de Washington.
La coalición oficial de gobierno está integrada por el socialdemócrata Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), del ex mandatario Jaime Paz Zamora, el partido del Presidente, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el NFR.
"He venido a decirle (a Sánchez de Lozada): Presidente, escuchemos a los bolivianos, es decir no podemos estar en contra de la corriente o ¿qué estamos esperando?, ¿mayor derramamiento de sangre?", argumentó Reyes Villa después de salir de la residencia presidencial y ratificar a la prensa que "ya no formo parte del gobierno", al que se había sumado en agosto.
Reyes Villa firmó el miércoles un manifiesto junto al Mandatario boliviano y Jaime Paz Zamora, proponiendo la realización de un referendo sobre la política del gas y la posibilidad de convocar una asamblea constituyente, el cual fue rechazado por la oposición que centra ahora sus demandas en la renuncia de Sánchez de Lozada.
"Hemos hecho todo lo posible para salvar la crisis", dijo el líder de la NFR y agregó que "tenemos que ser responsables por sobre todas las cosas. Ha llegado el momento de definiciones porque el país no puede seguir en la incertidumbre".
El pronunciamiento del dirigente político tiene lugar en momentos en que se espera en La Paz la llegada de dos mediadores enviados por los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, para mediar entre el gobierno y la oposición boliviana.