FORMENTOR, España.- El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Ramón Gil Casares, manifestó su confianza en que la crisis boliviana, que provocó la dimisión del Presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, no afecte gravemente a los intereses de empresas españolas instaladas en ese país.
En declaraciones formuladas al margen del V Foro Formentor que se celebra en esta ciudad balear, Gil Casares dijo que "las medidas de inestabilidad afectan a todas las empresas, también a las españolas". "Queremos que todo se resuelva cuanto antes y que los intereses de Repsol YPF no se vean afectados", añadió.
Repsol YPF es una de las empresas que participan en el consorcio internacional que pretendía favorecer la exportación del gas boliviano, un proyecto que provocó la reacción popular y manifestaciones que finalizaron con la dimisión del gobierno.
En su conversación con los medios de comunicación, Gil Casares, destacó que los cambios ocurridos en Bolivia, a pesar de ser "súbitos y repentinos", se mantuvieron dentro del marco institucional, con intervención del Parlamento boliviano. Además señaló que la asunción del vicepresidente, Carlos Mesa, es "dentro de la excepcionalidad, el gesto más institucional y parlamentario" posible.
"No sé si se ha tomado alguna media concreta pero habrá que esperar a ver qué ocurre y a que la situación se normalice lo antes posible", añadió.
Consultado acerca de si España continúa dispuesta a asumir la organización de la Cumbre Iberoamericana que tenía que celebrarse en Bolivia, dada la actual situación de inestabilidad, Gil Casares apuntó que el Gobierno español quiere sobre todo "que la cumbre se celebre".
"Esperemos que se pueda celebrar en Bolivia, que todo se solucione cuanto antes y que finalmente la cumbre se lleve a cabo en Santa Cruz de la Sierra, como estaba previsto", concluyó.
