BURGOS, España.- El obispo boliviano de origen español Braulio Sáez consideró hoy que la Iglesia "debe tener un papel clave" en la mediación y la apertura de cauces de diálogo en Bolivia.
Monseñor Sáez, que se encuentra en su localidad natal de Quintanaloranco, en la provincia española de Burgos, se vio obligado a regresar a España tras sufrir tres infartos cuando dirigía la diócesis de Oruro, en el altiplano boliviano.
"Lamenté tener que abandonar el país en un momento tan delicado y estoy deseando que llegue junio para encargarme de mis nuevas responsabilidades como obispo auxiliar de Santa Cruz de la Sierra, afirmó a EFE Braulio Sáez.
Santa Cruz de la Sierra es un departamento con un millón de habitantes situado en plena selva en la zona oriental de Bolivia.
El obispo de origen burgalés pidió al Papa el cambio de zona después de 16 años en Oruro, situado a 3.800 metros de altitud, lo que impedía su permanencia allí tras haber sufrido tres infartos.
"A mi vuelta tendré que atender a Santa Cruz de la Sierra, una zona del país con mucha riqueza en materias primas pero con problemas de pobreza extrema y una creciente conflictividad", señaló Monseñor Sáez.
El obispo consideró que en este momento "la Iglesia es la institución con mayor credibilidad en Bolivia, por lo que puede ser la clave para encontrar el cauce del diálogo, que espero que prime sobre el enfrentamiento y la muerte", afirmó.
Braulio Sáez reconoció que la postura de la Iglesia en una situación tan compleja como la de Bolivia es "difícil", aunque aclaró que "es una Iglesia pobre y está con la gente más pobre y desposeída; es una Iglesia desde y para los pobres".
Aunque rehusó referirse a la situación política de Bolivia, Monseñor Sáez, que dedica parte de estos meses de su descanso a mejorar su formación religiosa, aseguró que su deseo hubiera sido "haber estado ahora en Bolivia" con las personas que sufren.
Braulio Sáez consideró que el nuevo gobierno que preside Carlos Mesa "abre una esperanza a los pobres, porque se trata de un periodista independiente de los partidos políticos y eso puede ser bueno".
El que será en junio obispo de Santa Cruz de la Sierra describió Bolivia como un país con "una enorme fractura social", con el 80 por ciento de la población por debajo del umbral de la pobreza.
"El sueldo medio es de unos 80 dólares mensuales, menos de 70 euros; la sanidad pública está llena de carencias; el saneamiento es muy deficiente; y la educación no funciona porque los jóvenes se dedican a trabajar para llevar dinero a casa en cuanto llegan a los catorce o dieciséis años", detalló Braulio Sáez.
El obispo insistió en el potencial de Bolivia en materias primas "no se traduce en riqueza porque, bajo el control fundamentalmente de Estados Unidos, esa materia prima se vende a precios ridículos, con lo que sólo se enriquecen unos pocos bolivianos y, sobre todo, extranjeros".